viernes, noviembre 30, 2007

Historia de la espada Excalibur



Hace muchos años, cuando Inglaterra no era más que un puñado de reinos que batallaban entre sí, vino al mundo Arturo, hijo del rey Uther.

La madre del niño murió al poco de nacer éste, y el padre se lo entregó al mago Merlín con el fin de que lo educara. El mago Merlín decidió llevar al pequeño al castillo de un noble, quien, además, tenía un hijo de corta edad llamado Kay. Aunque para garantizar la seguridad del príncipe Arturo, Merlín no descubrió sus orígenes.


Cada día Merlín explicaba al pequeño Arturo todas las ciencias conocidas y, como era mago, incluso le enseñaba algunas cosas de las ciencias del futuro y ciertas fórmulas mágicas


Los años fueron pasando y el rey Uther murió sin que nadie le conociera descendencia. Entonces los nobles acudieron a Merlín para encontrar al monarca sucesor. Entonces Merlín hizo aparecer sobre una roca una espada firmemente clavada a un yunque de hierro, con una leyenda que decía:

"Esta es la espada Excalibur. Quien consiga sacarla de este yunque, será rey de Inglaterra"


Los nobles probaron fortuna pero, a pesar de todos sus esfuerzos, no consiguieron mover la espada ni un milímetro. Arturo y Kay, que eran ya dos apuestos muchachos, habían ido a la ciudad para asistir a un torneo en el que Kay pensaba participar.

Cuando ya se aproximaba la hora, Arturo se dio cuenta de que había olvidado la espada de Kay en la posada. Salió corriendo a toda velocidad, pero cuando llegó allí, la puerta estaba cerrada.

Arturo no sabía qué hacer. Sin espada, Kay no podría participar en el torneo. En su desesperación, miró alrededor y descubrió la espada Excalibur. Acercándose a la roca, tiró del arma. En ese momento un rayo de luz blanca descendió sobre él y Arturo extrajo la espada sin encontrar la menor resistencia. Corrió hasta Kay y se la ofreció. Kay se extrañó al ver que no era su espada.

Arturo le explicó lo ocurrido. Kay vio la inscripción de "Excalibur" en la espada y se lo hizo saber a su padre. Éste ordenó a Arturo que la volviera a colocar en su lugar. Todos los nobles intentaron sacarla de nuevo, pero ninguno lo consiguió. Entonces Arturo tomó la empuñadura entre sus manos. Sobre su cabeza volvió a descender un rayo de luz blanca y Arturo extrajo la espada sin el menor esfuerzo.


Todos admitieron que aquel muchachito sin ningún título conocido debía llevar la corona de Inglaterra, y desfilaron ante su trono, jurándole fidelidad. Merlín, pensando que Arturo ya no le necesitaba, se retiró a su morada

Pero no había transcurrido mucho tiempo cuando algunos nobles se alzaron en armas contra el rey Arturo. Entonces Merlín proclamó que Arturo era hijo del rey Uther, por lo que era rey legítimo, pero los nobles siguieron en guerra hasta que, al fin, fueron derrotados gracias al valor de Arturo, ayudado siempre por la magia de Merlín.

Para evitar que lo ocurrido volviera a repetirse, Arturo creó la Tabla Redonda, que estaba formada por todos los nobles leales al reino. Luego se casó con la princesa Ginebra, a lo que siguieron años de prosperidad y felicidad tanto para Inglaterra como para Arturo.

sábado, octubre 27, 2007


El dragón es uno de los seres fantásticos que más pasiones despierta. Caracterizado como una criatura de enorme poder, grande y fiera, es representante de la fuerza y de lo poderoso. La palaDragón, del artista Ciruelo Cabral... bra que le da origen, "drakos", significa serpiente en griego antiguo, y en efecto, muchos dragones son una especie de gran serpiente (o mejor dicho, entre serpiente y lagarto) con cabeza, piel de escamas y cortas patas acabadas en garras... sin contar con las alas que poseen los ejemplares voladores.

A lo largo de la historia ha sido temido, pero a la vez en muchas culturas se le adoraba como a un dios. Así, es lógico que a lo largo de toda la mitología occidental el matador de dragones haya sido un personaje recurrente, un héroe que salvaba a su pueblo de los males que un dragón traía consigo.

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Los dragones de Europa arrojaban fuego, envenenaban las aguas y raptaban doncellas (o esto era lo que se decía de ellos para que se les considerara un enemigo común con el que todos desearan acabar). Se les culpaba de plagas y de épocas de carestía de alimentos, ya que no sólo podían atacar físicamente, sino que dominaban los secretos de la magia con la que podían maldecir o hechizar sin que la gente lo notaran.

Chica y dragón, de Nene Thomas.En Asia, en cambio, era creencia común que los dragones eran criaturas de inmenso poder, sí, pero generalmente utilizaban ese poder en beneficio de todos, por ejemplo proporcionándoles la lluvia y con ella la fertilidad de las tierras. Algunos llegaban a ser venerados como dioses y llegaba a darse el caso de que algunos nobles asiáticos afirmaran que sangre de dragón corría por sus venas y las de su familia.

Ya fueran europeos o asiáticos, todos los cronistas coinciden en afirmar que los dragones eran tan antiguos como el propio mundo, criaturas que surgieron de las mismas entrañas del Caos con el nacimiento de la Tierra y el Cielo. Su imagen cambia según las épocas y el lugar, pero suelen tener unas características generales en común: una bestia serpentina con una piel de escamas que actuaba como la mejor de las armaduras (de hecho, cada vez que un ejemplar era muerto, se entraba en la disputa de quién se quedaría con la piel para usarla como armadura o escudo impenetrables), y unas armas mortíferas como eran su aliento (ya fuera en forma de fuego o de aire helado), sus garras y su misma sangre, que resultaba un ácido muy potente al contacto humano. También se les relaciona con una vista sobrenaturalmente aguda, e incluso nos encontramos con relatos antiguos en los que la misma mirada del dragón era capaz de fulminar a sus adversarios.

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Muchas veces encontramos figuras de dragones en los emblemas de distintos ejércitos. Era una creencia extendida la de que el animal que acompañaba en la batalla prestaba su fuerza a los hombres que luchaban en ella, y esta es sin duda la razón por la que esa imagen es tan común. Los soldados persas iban a la guerra llevando delante de sus ejércitos grandes figuras de dragones con las que pretendían espantar a sus enemigos. Los romanos ya pintaban dragones en sus estandartes y los guerreros de las tierras escandinavas, antiguamente tenían como costumbre adornar las proas de sus barcos -a los que llamaban drakar- con cabezas de dragones, que les prestarían su fuerza en caso de combate.

Sin Huevos de dragón, de Boris Vallejo. Haz click y verás la imagen en tamaño real!!embargo, a pesar de las buenas relaciones que con estos seres se daban en algunas tierras, sobre todo en Oriente, donde aún se celebran muchas fiestas con la exhibición de dragones, la realidad más extendida fue de una oposición entre la especie de los dragones y la humana. Los hombres que mataban a un dragón Dragón y hada, por Amy Bron. Haz click y verás la imagen en su tamaño real!se convertían en héroes, incluso en santos, y los hombres olvidaron las ocasiones en las que los dragones habían estado de su lado. Asimismo, los dragones se volvieron más fieros y hubo enfrentamientos crueles... Dejaron de batallar conjuntamente, y al final los dragones acabaron convirtiéndose en lo que hoy son, un mito fantástico, una leyenda del pasado... Tal vez, inteligentes y sabios como habían sido siempre, fueron ellos mismos los que optaron por permanecer ocultos, por refugiarse en nuestro olvido, quizás hartos de que los hombres acabaran una y otra vez enzarzados en las mismas batallas de siempre, eternas, repetidas...

Y allí, relegados al mismo olvido que tantos otros seres mágicos, contactaron con esos otros seres: gnomos, hadas, poderosos magos a quienes, si lograban hacerse dignos de ellos y de su admiración, a veces servían... amazonas sin miedo que llegaron a cabalgar sobre su lomo, por los aires...

jueves, julio 05, 2007

Chichén Itzá


“La ciudad al borde del pozo de los itzáes”, fue la capital regional más importante del área maya en los años 750 a 1200 d.C., puente entre los periodos Clásico y Posclásico mesoamericanos. Sus restos, aún bien conservados, confirman la fama que le asignaron las crónicas y leyendas indígenas de Yucatán. Sus vestigios muestran que la civilización maya tradicional se enriqueció con otras corrientes culturales de Mesoamérica. Según evidencias cerámicas, hubo en la región de Chichén Itzá ocupación humana desde el Preclásico superior hasta el último milenio a.C. Pero fue hasta el final de Clásico y el Posclásico temprano cuando el sitio adquirió las proporciones y características urbanas que hoy admiramos.
Los primeros sitios se erigieron siguiendo el estilo arquitectónico Puuc, característico de las pujantes ciudades mayas de Uxmal, Kabah y Sayil que se establecieron en la serranía del mismo nombre. En la mayoría de ellas el estilo Puuc marca su auge, pero también su florecimiento final. Sin embargo, en Chichén Itzá se desarrolló un estilo propio que integró, sobre la base del Puuc, conceptos, formas e imágenes de otras áreas de México, especialmente de la costa del Golfo y del altiplano central, ya que con la lejana Tula, capital de los toltecas históricos –en el actual estado de hidalgo– se dieron las relaciones más estrechas en los rubros de planificación, estilo arquitectónico e iconografía. También se da un estilo mexicano o maya-tolteca de Chichén Itzá. Desafortunadamente, faltan muchos datos para explicar y fechar mejor la evolución de los distintos periodos.
El modelo cultural desarrollado en Chichén Itzá parece haber sido bastante exitoso y flexible, por ello pudo mantener durante largo tiempo el poder en la región y controlar los acontecimientos de Yucatán. El poderío militar –expresado con frecuencia en las representaciones pictóricas del sitio–, el control de las rutas de comercio, la explotación de la sal en el norte y las ricas zonas agrícolas en el sur, pueden haber formado sus elementos básicos materiales, apoyados además por el factor ideológico de la posesión del Cenote Sagrado, entrada al inframundo maya.
La decadencia de Chichén Itzá se relaciona con el surgimiento de mayapán como nuevo centro de poder en Yucatán. Desde el siglo XIII, la parte habitada de la ciudad era muy reducida. En el siglo XVI, El Castillo y el Cenote Sagrado aún funcionaban como escenarios de grandes procesiones que consultaban su oráculo; sin embargo, los grandes edificios ya no recibían mantenimiento. No obstante, un pueblo cercano del linaje de los cupules, rechazó un primer intento hispano por establecer su capital colonial en las ruinas, aprovechando el inmenso valor simbólico que esto hubiera tenido para la conquista; posiblemente fue el pueblo de Pisté que aún tiene población maya y que está asentado en la parte occidental de Chichén Itzá.

lunes, mayo 21, 2007

Los Duendes


No hay una sola persona que no haya escuchado hablar sobre los duendes. De esas pequeñas criaturas con las que las madres amedrentan a los niños: "Te van a llevar los duendes".
Cuando era pequeño me daba miedo de encontrarme con ellos. Los duendes son unos pequeños hombres en miniatura que miden como medio metro de altura, usan boina grande y visten lujosamente, con trajes de colores. La mayor parte del tiempo andan juntos. Andan por los potreros, cafetales y caminos solitarios, no les importa si es noche o de día con tal de andar vagabundos.
Al visitar una casa se hacen invisibles, molestan demasiado, echando cochinadas en las comidas, tiran lo que se encuentre en sus manos. Pero lo que más persiguen es a los niños de corta edad, los engañan con confites y juguetes bonitos; así se los llevan de sus casas para perderlos. Si el niño no quiere irse, se lo llevan a la fuerza; aunque llore o grite. Una vez un señor, quién me merece todo respeto, contó que una noche, cuando él iba a caballo con otro amigo vio saltar un chiquito a la orilla del camino. Al ver esa figurilla en ese camino tan solitario y en horas tan inoportunas ambos se extrañaron; bajaron el ritmo de los caballos para preguntarle hacia donde se dirigía. Voy a hacer un mandadillo dijo el pequeñín. Pero a pesar de que apresuraban el paso, el pequeñín los seguía a cierta distancia, con una habilidad increible. Aquel espectáculo los puso como piel de gallina, y no querían mirar hacia atrás; y cuando quisieron mirar, había desaparecido.
Algo muy parecido a esta historia anterior le sucedió al hijo de un amigo. Sus padres lo buscaron por todos lados, se había perdido hacía dos días, quién estaba en un potrero lejano del pueblo.
Cuando se le pregunto como había llegado allí, dijo que unos hombrecitos muy pequeños se lo habían llevado dándole confites y juguetes; pero cuando estaban lejos del pueblo, pellizcaban y molestaban y mientras lloraba, aquella jerga de chiquillos reían y bailaban.
Este suceso se comentó mucho en aquel pueblo y es digno de estudiarse por lo misterioso del caso.
Dicen las gentes que para ahuyentar los duendes de una casa, aconsejan poner un baile bien encandilado con música bien sonada.

lunes, abril 16, 2007

Arcangeles


Parte I
Los arcángeles constituyen uno de los nueve coros de coros de ángeles.
Dios ha encomendado a los arcángeles las misiones mas importantes en relación a los hombres. Son guardianes de personas a quién Dios ha confiado grandes misiones, como del Santo Padre, cardenales, obispos.
Según las Sagradas Escrituras hay siete arcángeles:
"Yo soy Rafael, uno de los siete ángeles que tiene entrada a la gloria del Señor" (Tb 12:15)
"Reciban gracia y paz de Aquel que Es, que era y que viene de parte de los Siete Espíritus que están delante de Su Trono" (Ap 1:4),
Las Sagradas Escritura mencionan el nombre de solo tres: Miguel (Ap 12:7-9), Gabriel (Lc 1:11-20; 26-38) Rafael (Tobit 12:6, 15). Los nombres de los otros cuatro arcángeles (San Uriel, San Barachiel ó Baraquiel, San Jehudiel, Saeltiel) no aparecen en la la Biblia. Se encuentran en libros apócrifos de Enoc, el cuarto libro de Esdras y en la literatura rabínica. La Iglesia reconoce los nombres que se encuentran en las Sagradas Escrituras. Los demás nombres pueden tenerse como referencia pero, no son doctrina de la Iglesia ya que provienen de libros que no son parte del canon de la Sagrada Escritura.
Debemos tener cuidado con otros nombres dados a los ángeles, algunos de los cuales son de origen ocultista o de la Nueva Era.
Se recomienda rezar a los Siete Santos Arcángeles.
A los arcángeles se les llama los siete magníficos:
Miguel: (Ap 12:7-9) "quien como Dios". Venció y expulsó a Satanás del cielo.Gabriel:(Lc 1:11-20; 26-38) "el que gobierna o mensajero de Dios". Rafae: (Tobit 12:6, 15) "el que cura o sana". El arcángel cercano a los hombres para aliviarlos en su dolor y sufrimiento.Los siguientes no aparecen en la Biblia sino en otras escrituras antiguas de los judíos.
San Uriel Su nombre significa: "Fuego de Dios"
Se le representa con una espada en el jardín del Edén. Se lo considera al Arcángel puesto por el Padre Eterno a las puertas del Paraíso con su Espada de Fuego, Aquel que expulso a Adán y Eva.
Combate el espíritu de la ira, del odio y de la impaciencia, poniendo en el corazón las virtudes de la dulzura, benignidad, paciencia y mansedumbre. Con la dulzura y la paciencia vencemos y atamos al espíritu malvado. "Aprended de Mí que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso a vuestras almas" (Mateo 11,29).
San Uriel nos rodea con su corona ardiente de amor, de paciencia y de bondad. El cuida todos los lugares de las apariciones Marianas, enriqueciéndolos de gracias. Jesús afirmó en unas de sus revelaciones: "Cuando los ejércitos rojos avancen, ellos atravesarán tan solo al precio de la muerte y con la pérdida de sus vidas, el cinturón de fuego colocado delante de los lugares de las apariciones de mi Madre".
Ya en el cuarto siglo, San Uriel es recordado en el martirologio. El tiene en su mano izquierda la antorcha ardiente o una espada flameante, la llama ardiente del amor de Dios. San Uriel fue el encargado de expulsar a Adán y Eva del Paraíso, y custodiar su entrada con aquella espada de fuego, de la que nos habla el Génesis. También se lo representa con sus manos abriéndose las vestiduras del pecho, para dejar salir el Fuego Sagrado de Amor (como hacía San Francisco Xavier) El Señor, en efecto ha dicho: "Yo he venido a prender fuego a la tierra; y como desearia que ya estuviese ardiendo" (Lucas 12, 49). Que en nuestros corazones, arda, el fuego de la Gracia y del Amor de Dios. Cuan grande sea el deseo de Jesús, de esto, lo vemos en su Sacramento de la Eucaristía. Allá está su Amor que vence toda cosa viviente, escondido en su Carne y en su Sangre, para estar siempre con nosotros. Sobre el Altar y en el Tabernáculo, está la Fuente del Amor, allá está la Omnipotencia por excelencia! Allá nosotros deberíamos encontrar la Gracia, para que el Fuego del Amor se haga en nosotros luz viva y resplandezca en las tinieblas. Si nosotros nos postramos humildemente adorando con gratitud y respeto a Dios en este Santo Sacramento; entonces también en nosotros arderá el fuego del Amor de Dios y llegará a ser Luz.
Pedimos a San Uriel, nos libre de caer en la pasión del odio, la ira y la impaciencia, y también nos proteja de personas malvadas, iracundas, nerviosas; y derrame en nuestro corazón y en el alma de los que nos rodean, el Amor, dulce, suave y sereno. (En la iconografía se representa a San Uriel mostrando su pecho y su corazón ardiente de Caridad).
Oración: "San Uriel rodéanos con el Cinturón de Fuego, ven en nuestra ayuda con tu Ejército Celestial. Y enséñanos a vivir y hacer como ha hecho Jesús, aquí en la tierra. Amén".