Cuentan los viejos que entre Totomoxtle y Coatzintlali existía una caverna en cuyo interior los antiguos sacerdotes habían levantado un templo dedicado al Dios del Trueno, de la lluvia y de las aguas de los ríos. Eran tiempos en los que aún no llegaban los hispanos ni las portentosas razas, conocidas hoy como totonacas, que poblaron el lugar de Veracruz que después llamaron Totonacan. Y siete sacerdotes se reunían cada tiempo en que era menester cultivar la tierra y sembrar las semillas y cosechar los frutos, siete veces invocaban a las deidades de esos tiempos y gritaban entonaban cánticos a los cuatro vientos o sea hacia los cuatro puntos cardinales, porque según las cuentas esotéricas de esos sacerdotes, cuatro por siete eran 28 y ventiocho días componen el ciclo lunar.
Siguen diciendo las viejas crónicas que se han convertido en asombrosas leyendas, que esos viejos sacerdotes hacían sonar el gran tambor del trueno y arrastraban cueros secos de los animales por todo el ámbito de la caverna y lanzaban flechas encendidas al cielo. Y poco después atronaban el espacio furiosos truenos y los relámpagos cegaban a los animales de la selva y a las especies acuáticas que moraban en los ríos.
Llovía a torrentes y la tempestad rugía sobre la cueva durante muchos días y muchas noches y había veces en que los ríos Huitizilac y el de las mariposas, Papaloapan, se desbordaban cubriendo de agua y limo las riberas y causando inmensos desastres. Ycuanto mas arrastraban los cueros mayor era el ruido que producian los torrentes y cuanto más se golpeaba el gran tambor ceremonial, mayor era el ruido de los truenos cuanto más relámpagos significaba mayor número de flechas incendiarias.
Pasaron los siglos...
Y un día arribaron al lugar grupos de gentes ataviadas de un modo singular, trayendo consigo otras costumbres, y otras leyes y otras religiones. Se decían venidos de otras tierras allende el gran mar de turquesas (Golfo de México) y tanto hombres, como mujeres y niños, tenían la característica de estar siempre sonriendo como si fueran los seres más felices de la tierra y tal vez esa alegría se debía a que después de haber sufrido mil penurias en las aguas borrrascosas de un mar en convulsión habían por fin llegado a las costas tropicales, donde había de todo, así frutos como animales de caza, agua y clima hermoso. Se asentaron en ese lugar al que dieron por nombre, en su lengua Totonacan y ellos mismos se dijeron totonacas.
Pero los sacerdotes, los siete sacerdotes de la caverna del trueno no estuvieron conformes con aquella invasión de los extranjeros que traían consigo una gran cultura y se fueron a la cueva a producir truenos, relámpagos, rayos y lluvias y torrenciales aguaceros con el fin de amendrantarlos. En los antiguos registros que los milenios han borrado, se dice que llovió mucho y durante varios días y sus noches, hasta que alguien se dió cuentra de que esas tempestades las provocaban los siete hechiceros, los siete sacerdotes de la caverna de los truenos.
No siendo amigos de la violencia, los totonacas los embarcaron en un pequeño bajel y dotándoles de provisiones y agua los lanzaron al mar de las turquesas en donde se perdieron para siempre.
Pero ahora era preciso dominar a esos dioses del trueno y de las lluvias para evitar el desastre del pueblo totonaca recién asentado y para el efecto se reunieron los sabios y los sacerdotes y gentes principales y decidieron que nada podría hacerse contra esas fuerzas que hoy llamos sencillamente naturales y que sería mejor rendirles culto y pleitesía, adorar a esos dioses y rogarles fueran magnánimos con ese pueblo que acababa de escapar de un monstruoso desastre.
Y en ese mismo lugar en donde había el templo y la caverna y se ejercía el culto al Dios del trueno, los totonacas u hombres sonrientes levantaron el asombroso templo del Tajín, que en su propia lengua quiere decir lugar de las tempestades. Y no sólo se rindió culto al Dios del Trueno sino que se le imploró durante 365 días, como número de nichos tiene este pasmoso monumento invocando el buen tiempo en cierta época del año y la lluvia, cuando es menester fertilizar las sementeras. Hoy se levanta este maravilloso templo conocido en todo el mundo como pirámide o templó de El tajín en donde curiosamente parecen generarse las tempestades y los truenos y las lluvias torrenciales.
Así nació la pirámide de El Tajín, levantada con veneración y respeto al Dios del Trueno, adorado por aquellas gentes que vivieron mucho antes de la llegada de los extranjeros, mucho antes de la llegada de los totonacas, cuando el mundo parecía comenzar a existir.
domingo, enero 29, 2006
miércoles, enero 25, 2006
Yetí
¿Quién no ha oído hablar alguna vez del “Yetí”, ese abominable hombre de las nieves, cuya presencia difusa entre las nieblas de las alturas, llenó de espanto a los exploradores de muchas expediciones, que ascendían las cumbres heladas del Himalaya?
El “Yeti” es un habitual ocupante de las páginas de la prensa veraniega, con caracteres de acontecimiento. Pero, en realidad, es más bien como un espectáculo de circo y fantasía, sin plantearse su verosimilitud. Eso no importa, lo que interesa es el impacto de la noticia, no su trascendencia.
Sherpas y escaladores son famosos por un día, si al regreso de su viaje a las montañas asiáticas, dicen haber visto un “Yeti” o unas huellas enormes, de gigante, grabadas sobre la superficie blanca inmaculada de la nieve virginal que nadie, excepto ese ser monstruoso, pisa en los techos del mundo.
Peter Kolosimo, en su libro "El planeta incógnito", recoge un relato que, a la vuelta de una expedición al Himalaya, hizo de su aventura el fotógrafo griego N.A. Tombazi, en el año 1925. Relato que apareció por primera vez en un pequeño volumen que preparó el mismo fotógrafo y del que editó sólo 150 ejemplares. Cuenta Tombazi que Dormía aún, cuando se oyeron los gritos de los sherpas. Una voz le llamó a gritos, anunciándole que había un “YETI”. Salió de la tienda y divisó lo que los sherpas le indicaban, a doscientos o trescientos metros por debajo de donde estaban ellos. El contorno de la figura era semejante al de un ser humano. Aquel ser caminaba en posición erecta, inclinándose de vez en cuando para recoger algún rododendro seco. La figura oscura destacaba contra la nieve y no llevaba ropa alguna. Pocos minutos después había desaparecido.
Examinaron las huellas, que eran semejantes a las humanas, pero de gran tamaño. Se podían distinguir muy bien los cinco dedos y la concavidad del pie, mientras que el talón estaba grabado más débilmente. No habia duda alguna de que se trataba de las pisadas de un bípedo.
Integrantes de más de 20 expediciones, de distintos países, al Himalaya y a otros macizos montañosos de Asia y de China, encontraron rastros evidentes del “Yeti”, y algunos incluso pudieron verlo a escasa distancia, de tal modo, que sus descripciones resultan suficientemente completas, como para trazar un retrato robot. De entre los sherpas, raro era el que no lo había visto alguna vez.
En los primeros años de nuestro siglo, Henry Elwes dijo habérselo encontrado de frente. Estaba cubierto de pelo marrón oscuro y era de elevada estatura. A partir de entonces, los encuentros se han ido sucediendo prácticamente sin interrupción, destacando entre otros muchos los relatos que de ellos hicieron Knight, en el año 1913, y Dhyrenfurth, en el año 1963.
Kníght, escalando una cumbre del Himalaya, por encima de los 3.000 metros de altitud, observó a menos de 100 metros a un ser monstruoso, parecido a un gran mono, cubierto de espeso pelo de color rojizo y que caminaba erguido sobre unos pies desmesuradamente grandes y gruesos. Lo más asombroso del relato de Knight es su afirmación de que aquel ser siniestro, llevaba en la mano un arco y una flecha rudimentarios.
Posteriormente, otras expediciones encontraron cobijos naturales que estaban habitados, o habían sido visitados, por algún ser inteligente, porque hallaron en su interior utensilios, restos de comida, una especie de camas y otros objetos trabajados.
Por su parte, Dhyrenfurth transmitió las manifestaciones de su sherpa, quien se tropezó de súbito, por la noche, con un “Yeti” que estaba pescando ranas con las manos en un riachuelo. El sherpa lo alumbró con su linterna durante varios minutos, y el monstruo permaneció quieto hasta que bruscamente emprendió la huida.
Eric Shipon y Mike Ward, acompañados del sherpa Tennsíng, lograron fotografiar unas huellas muy recientes de “Yeti”, a 6.000 metros de altura, en la cumbre del Menlun Lá. Estas huellas correspondían a unas pisadas de un ser, que había pasado por allí sólo unos minutos antes, por lo que dedujeron que su presencia lo puso en fuga. Medían 29 por 14 centímetros. Las siguieron en un trayecto de más de un kilómetro por un glaciar. Las huellas llegaban hasta el borde de una ancha y profunda grieta en el hielo y proseguían su ruta, después del salto, por el otro lado.
Reuniendo todos los detalles, aparentes y diáfanos, que han proporcionado quienes lo han visto, y basándose igualmente en sus rastros de huellas y objetos encontrados en algunas cuevas, podemos describir al hombre de las nieves, al “Yeti”, destacando las siguientes características:
Se comporta como un hombre.
Hace escalones en la roca y traza caminos.
Fabrica y porta arcos y flechas.
Utiliza toscos instrumentos.
Su altura oscila entre 1,5 y 2,5 metros.
Tiene un pelo espeso, de 1 a 2 centímetros de largo, que cubre totalmente su cuerpo, excepto su rostro simiesco.
La mayoría caminan erectos apoyándose solamente sobre sus extremidades inferiores, pero algunos se desplazan con ayuda de los brazos. Estos tienen más longitud que los del hombre con respecto al resto del cuerpo.
Se estima que debe haber, por lo menos, dos clases de “Yetis”: el más voluminoso, que se podría encontrar preferentemente en las zonas montañosas del Himalaya; y otro más pequeño, en el sur de Asia Central, China, Borneo e Indochina. Algunas tradiciones de esos países refieren encuentros con los “Yetis” desde tiempos inmemoriales.
Los científicos, que a duras penas admiten la existencia de este "abominable hombre de las nieves", no logran hacer concordar sus opiniones:
Unos afirman que, si existe, debe tratarse de un sinántropo, especie de simio humanoide, desaparecida de la Tierra hace por lo menos un millón de años.
Otros aseguran que se trata de un resto, mínimo e inexplicable en el tiempo, del hombre del Neanderthal.
En el continente americano han sido vistos también extraños seres, de características semejantes al “Yeti”, en las zonas montañosas del Noroeste, sobre todo, y en algunos otros lugares de difícil acceso. En América del Sur los abominables hombres han preferido las regiones andinas, pero son más bien seres legendarios, de los que hablan los indígenas, descritos como fieros animales con forma humana, que poseen cuatro manos y van desnudos y cubiertos de abundante pelo.
En los Estados Unidos y Canadá, sí se han recogido algunos testimonios dignos de tener en cuenta, a partir del siglo XIX, y más abundantes en las últimas décadas del siglo XX. En Canadá se les llama “SASQUATCH”, y en los Estados Unidos, “BIG-FOOT”, que quier decir algo así como pies grandes. Huellas de 40 y 45 centímetros han sido halladas y estudiadas en varias ocasiones en el valle Bluff Creck, en California del Norte, en distintos lugares de Canadá, en Michigan, cerca de Monroe, en Ontario y en Winsconsin.
Loren Colcman y Mark Hall han propuesto como orígenes una raza humana, que en tiempos remotos compartió las regiones más septentrionales con los esquimales. Eran los “TORNIT”, gigantescos y pesados, lentos de reflejos, poco inteligentes, quienes, según relatos legendarios esquimales, luchaban entre sí y se mataban. Restos de esos “TORNIT” podrían haber quedado diseminados por las montañas del norte, ocultos, respondiendo al comportamiento que se estima como normal, en los grupos pequeños y marginados, que prefieren los lugares inaccesibles, la vida difícil, y donde nada, ni la posibilidad de encontrar comida fácilmente, atraiga la atención de los grupos humanos más evolucionados.
En Bluff Creek, en el año 1967, tuvo lugar un encuentro con uno de estos “YETIS” americanos. El protagonista, Roger Patterson, logró filmar unos metros de película. Era el 20 de octubre, y Patterson iba a caballo explorando un cañón. De pronto, la cabalgadura se asustó y dio con los huesos de su jinete en el suelo. A su izquierda, a unos 40 metros, había un animal de unas extraordinarias proporciones. Su cabeza era muy semejante a la de un ser humano, pero mucho más achatada, con la frente ancha y la nariz grande. Los brazos le llegaban a las rodillas, y tenía el cuerpo cubierto de pelo marrón, de 5 a 10 centímetros de longitud, menos en el rostro. Era una hembra, de enormes y flácidos pechos. Los calcos de las huellas señalaron que los pies medían 45 centímetros de largo, y que el peso del monstruo oscilaba entre los 275 y los 300 kilogramos.
Algunos testimonios de avistamientos del “YETI” americano le adjudicaban una altura de hasta 4 metros. Son seres pacíficos, en general, aunque existen un par de relatos que contradicen este extremo.
Por ejemplo la pelea que sostuvieron cinco barreneros, en Monte Saint Helens, en el Estado de Washington, contra un grupo de “BIG-FOOTS” que les atacó, y la agresión que sufrió el conductor de un camión, en las proximidades de Monroe, por parte de otro “YETI” que se acercó al vehículo, e introdujo una de sus extremidades por la ventanilla, proporcionándole un tremendo golpe en la cara.
¿Son hombres o monos? ¿Son restos del eslabón que se perdió en la cadena evolucionista? Tanto los “YETIS” como los “SASQUATCH” y los “BIG-FOOTS” son una incógnita, clavada en la conciencia de la historia del hombre. SÍ son los únicos descendientes de nuestros antepasados primitivos, ¿por qué no evolucionaron ellos también, paralelamente y en armonía, con la totalidad de la raza humana? Si componen una especie de simios superiores, ¿por qué fueron marginados a los lugares más inaccesibles y más inhóspitos?
Podría tratarse también de una regresión del hombre del Neanderthal a estratos inferiores de los homínidos, pero esto la ciencia no podría admitirlo nunca. Los antropólogos divagan también al estudiar sus características anatómicas y de comportamiento.
En fin, la historia del mundo, que es la nuestra porque la hemos construido nosotros, desde los orígenes más remotos hasta el siglo XXI, no sabe dónde encajar a los abominables hombres de las montañas, y de las nieves. Nuestra curiosidad se limita a querer ver algún día a uno de estos seres, hombres o bestias, en la vitrina de un museo, o en un reportaje impactante de la televisión, sin reparar en que estos monstruos son también producto de la dinámica del Cosmos, como lo somos nosotros, y por ello, compañeros nuestros en el viaje sin límites a través del espacio.
El “Yeti” es un habitual ocupante de las páginas de la prensa veraniega, con caracteres de acontecimiento. Pero, en realidad, es más bien como un espectáculo de circo y fantasía, sin plantearse su verosimilitud. Eso no importa, lo que interesa es el impacto de la noticia, no su trascendencia.
Sherpas y escaladores son famosos por un día, si al regreso de su viaje a las montañas asiáticas, dicen haber visto un “Yeti” o unas huellas enormes, de gigante, grabadas sobre la superficie blanca inmaculada de la nieve virginal que nadie, excepto ese ser monstruoso, pisa en los techos del mundo.
Peter Kolosimo, en su libro "El planeta incógnito", recoge un relato que, a la vuelta de una expedición al Himalaya, hizo de su aventura el fotógrafo griego N.A. Tombazi, en el año 1925. Relato que apareció por primera vez en un pequeño volumen que preparó el mismo fotógrafo y del que editó sólo 150 ejemplares. Cuenta Tombazi que Dormía aún, cuando se oyeron los gritos de los sherpas. Una voz le llamó a gritos, anunciándole que había un “YETI”. Salió de la tienda y divisó lo que los sherpas le indicaban, a doscientos o trescientos metros por debajo de donde estaban ellos. El contorno de la figura era semejante al de un ser humano. Aquel ser caminaba en posición erecta, inclinándose de vez en cuando para recoger algún rododendro seco. La figura oscura destacaba contra la nieve y no llevaba ropa alguna. Pocos minutos después había desaparecido.
Examinaron las huellas, que eran semejantes a las humanas, pero de gran tamaño. Se podían distinguir muy bien los cinco dedos y la concavidad del pie, mientras que el talón estaba grabado más débilmente. No habia duda alguna de que se trataba de las pisadas de un bípedo.
Integrantes de más de 20 expediciones, de distintos países, al Himalaya y a otros macizos montañosos de Asia y de China, encontraron rastros evidentes del “Yeti”, y algunos incluso pudieron verlo a escasa distancia, de tal modo, que sus descripciones resultan suficientemente completas, como para trazar un retrato robot. De entre los sherpas, raro era el que no lo había visto alguna vez.
En los primeros años de nuestro siglo, Henry Elwes dijo habérselo encontrado de frente. Estaba cubierto de pelo marrón oscuro y era de elevada estatura. A partir de entonces, los encuentros se han ido sucediendo prácticamente sin interrupción, destacando entre otros muchos los relatos que de ellos hicieron Knight, en el año 1913, y Dhyrenfurth, en el año 1963.
Kníght, escalando una cumbre del Himalaya, por encima de los 3.000 metros de altitud, observó a menos de 100 metros a un ser monstruoso, parecido a un gran mono, cubierto de espeso pelo de color rojizo y que caminaba erguido sobre unos pies desmesuradamente grandes y gruesos. Lo más asombroso del relato de Knight es su afirmación de que aquel ser siniestro, llevaba en la mano un arco y una flecha rudimentarios.
Posteriormente, otras expediciones encontraron cobijos naturales que estaban habitados, o habían sido visitados, por algún ser inteligente, porque hallaron en su interior utensilios, restos de comida, una especie de camas y otros objetos trabajados.
Por su parte, Dhyrenfurth transmitió las manifestaciones de su sherpa, quien se tropezó de súbito, por la noche, con un “Yeti” que estaba pescando ranas con las manos en un riachuelo. El sherpa lo alumbró con su linterna durante varios minutos, y el monstruo permaneció quieto hasta que bruscamente emprendió la huida.
Eric Shipon y Mike Ward, acompañados del sherpa Tennsíng, lograron fotografiar unas huellas muy recientes de “Yeti”, a 6.000 metros de altura, en la cumbre del Menlun Lá. Estas huellas correspondían a unas pisadas de un ser, que había pasado por allí sólo unos minutos antes, por lo que dedujeron que su presencia lo puso en fuga. Medían 29 por 14 centímetros. Las siguieron en un trayecto de más de un kilómetro por un glaciar. Las huellas llegaban hasta el borde de una ancha y profunda grieta en el hielo y proseguían su ruta, después del salto, por el otro lado.
Reuniendo todos los detalles, aparentes y diáfanos, que han proporcionado quienes lo han visto, y basándose igualmente en sus rastros de huellas y objetos encontrados en algunas cuevas, podemos describir al hombre de las nieves, al “Yeti”, destacando las siguientes características:
Se comporta como un hombre.
Hace escalones en la roca y traza caminos.
Fabrica y porta arcos y flechas.
Utiliza toscos instrumentos.
Su altura oscila entre 1,5 y 2,5 metros.
Tiene un pelo espeso, de 1 a 2 centímetros de largo, que cubre totalmente su cuerpo, excepto su rostro simiesco.
La mayoría caminan erectos apoyándose solamente sobre sus extremidades inferiores, pero algunos se desplazan con ayuda de los brazos. Estos tienen más longitud que los del hombre con respecto al resto del cuerpo.
Se estima que debe haber, por lo menos, dos clases de “Yetis”: el más voluminoso, que se podría encontrar preferentemente en las zonas montañosas del Himalaya; y otro más pequeño, en el sur de Asia Central, China, Borneo e Indochina. Algunas tradiciones de esos países refieren encuentros con los “Yetis” desde tiempos inmemoriales.
Los científicos, que a duras penas admiten la existencia de este "abominable hombre de las nieves", no logran hacer concordar sus opiniones:
Unos afirman que, si existe, debe tratarse de un sinántropo, especie de simio humanoide, desaparecida de la Tierra hace por lo menos un millón de años.
Otros aseguran que se trata de un resto, mínimo e inexplicable en el tiempo, del hombre del Neanderthal.
En el continente americano han sido vistos también extraños seres, de características semejantes al “Yeti”, en las zonas montañosas del Noroeste, sobre todo, y en algunos otros lugares de difícil acceso. En América del Sur los abominables hombres han preferido las regiones andinas, pero son más bien seres legendarios, de los que hablan los indígenas, descritos como fieros animales con forma humana, que poseen cuatro manos y van desnudos y cubiertos de abundante pelo.
En los Estados Unidos y Canadá, sí se han recogido algunos testimonios dignos de tener en cuenta, a partir del siglo XIX, y más abundantes en las últimas décadas del siglo XX. En Canadá se les llama “SASQUATCH”, y en los Estados Unidos, “BIG-FOOT”, que quier decir algo así como pies grandes. Huellas de 40 y 45 centímetros han sido halladas y estudiadas en varias ocasiones en el valle Bluff Creck, en California del Norte, en distintos lugares de Canadá, en Michigan, cerca de Monroe, en Ontario y en Winsconsin.
Loren Colcman y Mark Hall han propuesto como orígenes una raza humana, que en tiempos remotos compartió las regiones más septentrionales con los esquimales. Eran los “TORNIT”, gigantescos y pesados, lentos de reflejos, poco inteligentes, quienes, según relatos legendarios esquimales, luchaban entre sí y se mataban. Restos de esos “TORNIT” podrían haber quedado diseminados por las montañas del norte, ocultos, respondiendo al comportamiento que se estima como normal, en los grupos pequeños y marginados, que prefieren los lugares inaccesibles, la vida difícil, y donde nada, ni la posibilidad de encontrar comida fácilmente, atraiga la atención de los grupos humanos más evolucionados.
En Bluff Creek, en el año 1967, tuvo lugar un encuentro con uno de estos “YETIS” americanos. El protagonista, Roger Patterson, logró filmar unos metros de película. Era el 20 de octubre, y Patterson iba a caballo explorando un cañón. De pronto, la cabalgadura se asustó y dio con los huesos de su jinete en el suelo. A su izquierda, a unos 40 metros, había un animal de unas extraordinarias proporciones. Su cabeza era muy semejante a la de un ser humano, pero mucho más achatada, con la frente ancha y la nariz grande. Los brazos le llegaban a las rodillas, y tenía el cuerpo cubierto de pelo marrón, de 5 a 10 centímetros de longitud, menos en el rostro. Era una hembra, de enormes y flácidos pechos. Los calcos de las huellas señalaron que los pies medían 45 centímetros de largo, y que el peso del monstruo oscilaba entre los 275 y los 300 kilogramos.
Algunos testimonios de avistamientos del “YETI” americano le adjudicaban una altura de hasta 4 metros. Son seres pacíficos, en general, aunque existen un par de relatos que contradicen este extremo.
Por ejemplo la pelea que sostuvieron cinco barreneros, en Monte Saint Helens, en el Estado de Washington, contra un grupo de “BIG-FOOTS” que les atacó, y la agresión que sufrió el conductor de un camión, en las proximidades de Monroe, por parte de otro “YETI” que se acercó al vehículo, e introdujo una de sus extremidades por la ventanilla, proporcionándole un tremendo golpe en la cara.
¿Son hombres o monos? ¿Son restos del eslabón que se perdió en la cadena evolucionista? Tanto los “YETIS” como los “SASQUATCH” y los “BIG-FOOTS” son una incógnita, clavada en la conciencia de la historia del hombre. SÍ son los únicos descendientes de nuestros antepasados primitivos, ¿por qué no evolucionaron ellos también, paralelamente y en armonía, con la totalidad de la raza humana? Si componen una especie de simios superiores, ¿por qué fueron marginados a los lugares más inaccesibles y más inhóspitos?
Podría tratarse también de una regresión del hombre del Neanderthal a estratos inferiores de los homínidos, pero esto la ciencia no podría admitirlo nunca. Los antropólogos divagan también al estudiar sus características anatómicas y de comportamiento.
En fin, la historia del mundo, que es la nuestra porque la hemos construido nosotros, desde los orígenes más remotos hasta el siglo XXI, no sabe dónde encajar a los abominables hombres de las montañas, y de las nieves. Nuestra curiosidad se limita a querer ver algún día a uno de estos seres, hombres o bestias, en la vitrina de un museo, o en un reportaje impactante de la televisión, sin reparar en que estos monstruos son también producto de la dinámica del Cosmos, como lo somos nosotros, y por ello, compañeros nuestros en el viaje sin límites a través del espacio.
viernes, enero 20, 2006
La Leyenda de los Volcanes
Las huestes del Imperio azteca regresaban de la guerra.
Pero no sonaban ni los teponaxtles ni las caracolas, ni el huéhuetl hacía rebotar sus percusiones en las calles y en los templos. Tampoco las chirimías esparcían su aflautado tono en el vasto valle del Anáhuac y sobre el verdiazul espejeante de los cinco lagos (Chalco, Xochimilco, Texcoco, Ecatepec y Tzompanco) se reflejaba un menguado ejército en derrota. El caballero águila, el caballero tigre y el que se decía capitán coyote traían sus rodelas rotas y los penachos destrozados y las ropas tremolando al viento en jirones ensangrentados.
Allá en los cúes y en las fortalezas de paso estaban apagados los braseros y vacíos de tlecáxitl que era el sahumerio ceremonial, los enormes pebeteros de barro con la horrible figura de Texcatlipoca el dios cojo de la guerra. Los estandares recogidos y el consejo de los Yopica que eran los viejos y sabios maestros del arte de la estrategia, aguardaban ansiosos la llegada de los guerreros para oír de sus propios labios la explicación de su vergonzosa derrota.
Hacía largo tiempo que un grande y bien armando contingente de guerreros aztecas había salido en son de conquista a las tierras del Sur, allá en donde moraban los Ulmecas, los Xicalanca, los Zapotecas y los Vixtotis a quienes era preciso ungir al ya enorme señorío del Anáhuac. Dos ciclos lunares habían transcurrido y se pensaba ya en un asentamiento de conquista, sin embargo ahora regresaban los guerreros abatidos y llenos de vergüenza.
Durante dos lunas habían luchado con denuedo, sin dar ni pedir tregua alguna, pero a pesar de su valiente lucha y sus conocimientos de guerra aprendidos en el Calmecac, que era así llamada la Academia de la Guerra, volvían diezmados, con las mazas rotas, las macanas desdentadas, maltrechos los escudos aunque ensangrentados con la sangre de sus enemigos.
Venía al frente de esta hueste triste y desencantada, un guerrero azteca que a pesar de las desgarraduras de sus ropas y del revuelto penacho de plumas multicolores, conservaba su gallardía, su altivez y el orgullo de su estirpe.
Ocultaban los hombres sus rostros embijados y las mujeres lloraban y corrían a esconder a sus hijos para que no fueran testigos de aque retorno deshonroso.
Sólo una mujer no lloraba, atónita miraba con asombro al bizarro guerrero azteca que con su talante altivo y ojo sereno quería demostrar que había luchado y perdido en buena lid contra un abrumador número de hombres de las razas del Sur.
La mujer palideció y su rostro se tornó blanco como el lirio de los lagos, al sentir la mirada del guerrero azteca que clavó en ella sus ojos vivaces, oscuros. Y Xochiquétzal, que así se llamaba la mujer y que quiere decir hermosa flor, sintió que se marchitaba de improviso, porque aquel guerrero azteca era su amado y le había jurado amor eterno.
Se revolvió furiosa Xichoquétzal para ver con odio profundo al tlaxcalteca que la había hecho su esposa una semana antes, jurándole y llenándola de engaños diciéndole que el guerrero azteca, su dulce amado, había caído muerto en la guerra contra los zapotecas.
--¡Me has mentido, hombre vil y más ponzoñoso que el mismo Tzompetlácatl, - que así se llama el escorpión-; me has engañado para poder casarte conmigo. Pero yo no te amo porque siempre lo he amado a él y él ha regresado y seguiré amándolo para simpre!
Xochiquétzal lanzó mil denuestos contra el falaz tlaxcalteca y levantando la orla de su huipil echó a correr por la llanura, gimiendo su intensa desventura de amor.
Su grácil figura se reflejaba sobre las irisadas superficies de las aguas del gran lago de Texcoco, cuando el guerrero azteca se volvió para mirarla. Y la vio correr seguida del marido y pudo comprobar que ella huía despavorida. Entonces apretó con furia el puño de la macana y separándose de las filas de guerreros humillados se lanzó en seguimiento de los dos.
Pocos pasos separaban ya a la hermosa Xochiquétzal del marido despreciable cuando les dio alcance el guerrero azteca.
No hubo ningún intercambio de palabras porque toda palabra y razón sobraba allí. El tlaxcalteca extrajo el venablo que ocultaba bajo la tilma y el azteca esgrimió su macana dentada, incrustada de dientes de jaguar y de Coyámetl que así se llamaba al jabalí.
Chocaron el amor y la mentira.
El venablo con erizada punta de pedernal buscaba el pecho del guerrero y el azteca mandaba furioso golpes de macana en dirección del cráneo de quien le había robado a su amada haciendo uso de arteras engañifas.
Y así se fueron yendo, alejándose del valle, cruzando en la más ruda pelea entre lagunas donde saltaban los ajolotes y las xochócatl que son las ranitas verdes de las orillas limosas.
Mucho tiempo duró aquél duelo.
El tlaxcalteca defendiendo a su mujer y a su mentira.
El azteca el amor de la mujer a quien amaba y por quien tuvo arrestros para regresar vivo al Anáhuac.
Al fin, ya casi al atardecer, el azteca pudo herir de muerte al tlaxcalteca quien huyó hacia su país, hacia su tierra tal vez en busca de ayuda para vengarse del azteca.
El vencedor por el amor y la verdad regresó buscando a su amada Xochiquétzal.
Y la encontró tendida para siempre, muerta a la mitad del valle, porque una mujer que amó como ella no podía vivir soportando la pena y la vergüenza de haber sido de otro hombre, cuando en realidad amaba al dueño de su ser y le había jurado fidelidad eterna.
El guerrero azteca se arrodilló a su lado y lloró con los ojos y con el alma. Y cortó maravillas y flores de xoxocotzin con las cuales cubrió el cuerpo inanimado de la hermosa Xochiquétzal. Corono sus sienes con las fragantes flores de Yoloxóchitl que es la flor del corazón y trajo un incensario en donde quemó copal. Llegó el zenzontle también llamado Zenzontletole, porque imita las voces de otros pajarillos y quiere decir 400 trinos, pues cuatrocientos tonos de cantos dulces lanza esta avecilla.
Por el cielo en nubarrones cruzó Tlahuelpoch, que es el mensajero de la muerte.
Y cuenta la leyenda que en un momento dado se estremeció la tierra y el relámpago atronó el espacio y ocurrió un cataclismo del que no hablaban las tradiciones orales de los Tlachiques que son los viejos sabios y adivinos, ni los tlacuilos habían inscrito en sus pasmosos códices. Todo tembló y se anubló la tierra y cayeron piedras de fuego sobre los cinco lagos, el cielo se hizo tenebroso y las gentes del Anáhuac se llenaron de pavura.
Al amanecer estaban allí, donde antes era valle, dos montañas nevadas, una que tenía la forma inconfundible de una mujer recostada sobre un túmulo de flores blancas y otra alta y elevada adoptando la figura de un guerrero azteca arrodillado junto a los pies nevados de una impresionante escultura de hielo.
Las flores de las alturas que llamaban Tepexóchitl por crecer en las montañas y entre los pinares, junto con el aljófar mañanero, cubrieron de blanco sudario las faldas de la muerta y pusieron alba blancura de nieve hermosa en sus senos y en sus muslos y la cubrieron toda de armiño.
Desde entonces, esos dos volcanes que hoy vigilan el hermoso valle del Anáhuac, tuvieron por nombres Iztaccihuatl que quiere decir mujer dormida y Popocatepetl, que se traduce por montaña que humea, ya que a veces suele escapar humo del inmenso pebetero.
En cuanto al cobarde engañador tlaxcalteca, según dice también esta leyenda, fue a morir desorientado muy cerca de su tierra y también se hizo montaña y se cubrió de nieve y le pusieron por nombre Poyauteclat, que quiere decir Señor Crepuscular y posteriormente Citlaltepetl o cerro de la estrella y que desde allá lejos vigila el sueño eterno de los dos amantes a quienes nunca podrá ya separar.
Eran los tiempos en que se adoraba al dios Coyote y al Dios Colibrí y en el panteón azteca las montañas eran dioses y recibían tributos de flores y de cantos, porque de sus faldas escurre el agua que vivifica y fertiliza los campos.
Durante muchos años y poco antes de la conquista, las doncellas muertas en amores desdichados o por mal de amor, eran sepultadas en las faldas de Iztaccihuatl, de Xochiquétzal, la mujer que murió de pena y de amor y que hoy yace convertida en nívea montaña de perenne armiño.
Pero no sonaban ni los teponaxtles ni las caracolas, ni el huéhuetl hacía rebotar sus percusiones en las calles y en los templos. Tampoco las chirimías esparcían su aflautado tono en el vasto valle del Anáhuac y sobre el verdiazul espejeante de los cinco lagos (Chalco, Xochimilco, Texcoco, Ecatepec y Tzompanco) se reflejaba un menguado ejército en derrota. El caballero águila, el caballero tigre y el que se decía capitán coyote traían sus rodelas rotas y los penachos destrozados y las ropas tremolando al viento en jirones ensangrentados.
Allá en los cúes y en las fortalezas de paso estaban apagados los braseros y vacíos de tlecáxitl que era el sahumerio ceremonial, los enormes pebeteros de barro con la horrible figura de Texcatlipoca el dios cojo de la guerra. Los estandares recogidos y el consejo de los Yopica que eran los viejos y sabios maestros del arte de la estrategia, aguardaban ansiosos la llegada de los guerreros para oír de sus propios labios la explicación de su vergonzosa derrota.
Hacía largo tiempo que un grande y bien armando contingente de guerreros aztecas había salido en son de conquista a las tierras del Sur, allá en donde moraban los Ulmecas, los Xicalanca, los Zapotecas y los Vixtotis a quienes era preciso ungir al ya enorme señorío del Anáhuac. Dos ciclos lunares habían transcurrido y se pensaba ya en un asentamiento de conquista, sin embargo ahora regresaban los guerreros abatidos y llenos de vergüenza.
Durante dos lunas habían luchado con denuedo, sin dar ni pedir tregua alguna, pero a pesar de su valiente lucha y sus conocimientos de guerra aprendidos en el Calmecac, que era así llamada la Academia de la Guerra, volvían diezmados, con las mazas rotas, las macanas desdentadas, maltrechos los escudos aunque ensangrentados con la sangre de sus enemigos.
Venía al frente de esta hueste triste y desencantada, un guerrero azteca que a pesar de las desgarraduras de sus ropas y del revuelto penacho de plumas multicolores, conservaba su gallardía, su altivez y el orgullo de su estirpe.
Ocultaban los hombres sus rostros embijados y las mujeres lloraban y corrían a esconder a sus hijos para que no fueran testigos de aque retorno deshonroso.
Sólo una mujer no lloraba, atónita miraba con asombro al bizarro guerrero azteca que con su talante altivo y ojo sereno quería demostrar que había luchado y perdido en buena lid contra un abrumador número de hombres de las razas del Sur.
La mujer palideció y su rostro se tornó blanco como el lirio de los lagos, al sentir la mirada del guerrero azteca que clavó en ella sus ojos vivaces, oscuros. Y Xochiquétzal, que así se llamaba la mujer y que quiere decir hermosa flor, sintió que se marchitaba de improviso, porque aquel guerrero azteca era su amado y le había jurado amor eterno.
Se revolvió furiosa Xichoquétzal para ver con odio profundo al tlaxcalteca que la había hecho su esposa una semana antes, jurándole y llenándola de engaños diciéndole que el guerrero azteca, su dulce amado, había caído muerto en la guerra contra los zapotecas.
--¡Me has mentido, hombre vil y más ponzoñoso que el mismo Tzompetlácatl, - que así se llama el escorpión-; me has engañado para poder casarte conmigo. Pero yo no te amo porque siempre lo he amado a él y él ha regresado y seguiré amándolo para simpre!
Xochiquétzal lanzó mil denuestos contra el falaz tlaxcalteca y levantando la orla de su huipil echó a correr por la llanura, gimiendo su intensa desventura de amor.
Su grácil figura se reflejaba sobre las irisadas superficies de las aguas del gran lago de Texcoco, cuando el guerrero azteca se volvió para mirarla. Y la vio correr seguida del marido y pudo comprobar que ella huía despavorida. Entonces apretó con furia el puño de la macana y separándose de las filas de guerreros humillados se lanzó en seguimiento de los dos.
Pocos pasos separaban ya a la hermosa Xochiquétzal del marido despreciable cuando les dio alcance el guerrero azteca.
No hubo ningún intercambio de palabras porque toda palabra y razón sobraba allí. El tlaxcalteca extrajo el venablo que ocultaba bajo la tilma y el azteca esgrimió su macana dentada, incrustada de dientes de jaguar y de Coyámetl que así se llamaba al jabalí.
Chocaron el amor y la mentira.
El venablo con erizada punta de pedernal buscaba el pecho del guerrero y el azteca mandaba furioso golpes de macana en dirección del cráneo de quien le había robado a su amada haciendo uso de arteras engañifas.
Y así se fueron yendo, alejándose del valle, cruzando en la más ruda pelea entre lagunas donde saltaban los ajolotes y las xochócatl que son las ranitas verdes de las orillas limosas.
Mucho tiempo duró aquél duelo.
El tlaxcalteca defendiendo a su mujer y a su mentira.
El azteca el amor de la mujer a quien amaba y por quien tuvo arrestros para regresar vivo al Anáhuac.
Al fin, ya casi al atardecer, el azteca pudo herir de muerte al tlaxcalteca quien huyó hacia su país, hacia su tierra tal vez en busca de ayuda para vengarse del azteca.
El vencedor por el amor y la verdad regresó buscando a su amada Xochiquétzal.
Y la encontró tendida para siempre, muerta a la mitad del valle, porque una mujer que amó como ella no podía vivir soportando la pena y la vergüenza de haber sido de otro hombre, cuando en realidad amaba al dueño de su ser y le había jurado fidelidad eterna.
El guerrero azteca se arrodilló a su lado y lloró con los ojos y con el alma. Y cortó maravillas y flores de xoxocotzin con las cuales cubrió el cuerpo inanimado de la hermosa Xochiquétzal. Corono sus sienes con las fragantes flores de Yoloxóchitl que es la flor del corazón y trajo un incensario en donde quemó copal. Llegó el zenzontle también llamado Zenzontletole, porque imita las voces de otros pajarillos y quiere decir 400 trinos, pues cuatrocientos tonos de cantos dulces lanza esta avecilla.
Por el cielo en nubarrones cruzó Tlahuelpoch, que es el mensajero de la muerte.
Y cuenta la leyenda que en un momento dado se estremeció la tierra y el relámpago atronó el espacio y ocurrió un cataclismo del que no hablaban las tradiciones orales de los Tlachiques que son los viejos sabios y adivinos, ni los tlacuilos habían inscrito en sus pasmosos códices. Todo tembló y se anubló la tierra y cayeron piedras de fuego sobre los cinco lagos, el cielo se hizo tenebroso y las gentes del Anáhuac se llenaron de pavura.
Al amanecer estaban allí, donde antes era valle, dos montañas nevadas, una que tenía la forma inconfundible de una mujer recostada sobre un túmulo de flores blancas y otra alta y elevada adoptando la figura de un guerrero azteca arrodillado junto a los pies nevados de una impresionante escultura de hielo.
Las flores de las alturas que llamaban Tepexóchitl por crecer en las montañas y entre los pinares, junto con el aljófar mañanero, cubrieron de blanco sudario las faldas de la muerta y pusieron alba blancura de nieve hermosa en sus senos y en sus muslos y la cubrieron toda de armiño.
Desde entonces, esos dos volcanes que hoy vigilan el hermoso valle del Anáhuac, tuvieron por nombres Iztaccihuatl que quiere decir mujer dormida y Popocatepetl, que se traduce por montaña que humea, ya que a veces suele escapar humo del inmenso pebetero.
En cuanto al cobarde engañador tlaxcalteca, según dice también esta leyenda, fue a morir desorientado muy cerca de su tierra y también se hizo montaña y se cubrió de nieve y le pusieron por nombre Poyauteclat, que quiere decir Señor Crepuscular y posteriormente Citlaltepetl o cerro de la estrella y que desde allá lejos vigila el sueño eterno de los dos amantes a quienes nunca podrá ya separar.
Eran los tiempos en que se adoraba al dios Coyote y al Dios Colibrí y en el panteón azteca las montañas eran dioses y recibían tributos de flores y de cantos, porque de sus faldas escurre el agua que vivifica y fertiliza los campos.
Durante muchos años y poco antes de la conquista, las doncellas muertas en amores desdichados o por mal de amor, eran sepultadas en las faldas de Iztaccihuatl, de Xochiquétzal, la mujer que murió de pena y de amor y que hoy yace convertida en nívea montaña de perenne armiño.
domingo, enero 15, 2006
UNA GRIATURA
Llania abandonó la mesa de su despacho en el edificio Contar y se acercó a un espejo. Experimentó todo tipo de muecas y se sintió satisfecha del avance realizado hasta el momento. Ninguna humana podría tener mayor variedad de expresiones. -Soy Ela, supervisora de exposiciones- se dijo ante el espejo. Jamás nadie lo dudaría. Aquella personalidad que había adquirido a su llegada a Sidor había resultado mejor de lo esperado. Nadie conocía a Ela en la empresa. Solo esperaban a una mujer joven muy capacitada para su trabajo. Esa era Llania. En un par de semanas, mucho menos de lo que la verdadera Ela hubiese necesitado para ponerse al día, dominaba por completo sus obligaciones. Cómoda en su papel y conociendo la importancia que más que al arte, a las grandes reuniones, daban los ricos y poderosos de Sidor, se apresuró a organizar la más fastuosa de las celebraciones que Jonel Exposiciones, recordaba. Todos estaban encantados con la nueva supervisora de exposiciones. Su cálida y exuberante belleza, su piel inmaculada, su voz dulce, sus ojos profundamente azabache y sus delicadas formas, habían conquistado el corazón y la voluntad de todos sus colaboradores. Nadie sabía que ella era Llania, Llania, la criatura de Bazun. Llania se acercó a su escritorio y habló al intercomunicador. -¿Está todo listo?- preguntó. -Todo dispuesto, Ela, - contestó su secretaria particular- Los autores están en la sala y pronto llegarán los invitados y los medios de comunicación. -Ahora mismo bajo para recibirlos. Con el más fastuoso de los vestidos que pudo encontrar, Llania salió de su despacho en dirección a salón de recepciones. -Este es el primer paso- se dijo- Alguno de mis invitados posee el poder de Terror. Hoy sabré al fin quien de ellos oculta a Terror. La criatura de Bazun estaba decidida a averiguarlo, a escrutar el alma de cada uno de los poderosos invitados. Alguno había alcanzado su poder gracias a Terror, ella descubriría quien. Los ojos de azabache atravesaron una a una a las ilustres personalidades que se habían dado cita en la sala de exposiciones. Llania, saludaba a todos tendiéndoles la mano blanca y suave y aprovechando el contacto con la carne humana para escrutar hasta el rincón más recóndito de los cerebros. -Terror sabe esconderse- pensó contrariada- Percibo su huella en muchas almas pero su presencia no está impresa en ningún pensamiento ni en ningún recuerdo. Los invitados recorrían la sala, opinaban sobre los lienzos y sobre todo charlaban entre ellos, no solo de cosas triviales, sino de futuros negocios y futuras conspiraciones. La más alta sociedad de Sidor se había reunido bajo los ojos helados de la criatura de Bazun que luciendo una dulce y encantadora sonrisa, sosteniendo elegantemente en su mano un cóctel de moda, no cesaba la minuciosa investigación de los convidados. -¿Cómo es posible?- súbitamente murmuró. El adorable rostro de la falsa Ela se transfiguró en un instante. Una inusitada dureza de hielo y acero se apoderó de sus suaves facciones. No muy alejado de ella, un hombre vestido con un elegante chaqué, charlaba amigablemente en medio de un corro de personalidades. -¡No es humano!- advirtió Llania alarmada. ¿Qué estaba ocurriendo? ¿De dónde había salido aquella criatura? ¿Alguien además de Bazun necesitaba a Terror? Llania carecía de datos para poder responder a todas estas preguntas. Por primera vez desde su llegada a Sidor, la incertidumbre se apoderó del corazón de acero y de pócimas de la bellísima criatura. Precipitadamente se apartó de la multitud. Decidió ocultarse de la mirada del otro ser no humano hasta no disponer de nuevas instrucciones. Urgía un contacto con Bazun. ¡Era vital! -Me encuentro mal- le dijo a su secretaria- Hazte cargo de todo hasta que vuelva. A toda velocidad la falsa Ela abandonó la estancia. Se hallaba tan trastornada que si fuese de carne y hueso, podría decirse que estaba a punto de sufrir un colapso nervioso. Llania se estrujaba los dedos en una habitación continua a la sala de recepciones. Pensaba en el modo de ponerse en contacto con su creador. ¡Debía hacerlo! ¡No tenía más opción! De pronto la puerta del cuarto en el que se hallaba se abrió. -¿Ela? ¿Eres tú Ela de Taigos? Un hombre joven la miraba con extrañeza. Llania lo recordó inmediatamente. Su imagen se hallaba entre los recuerdos de la verdadera Ela. -¡Hola Noi!- le dijo. -¿Sabes mi nombre? ¡No pude ser! ¡Tú no eres Ela! ¡No lo eres! La criatura de Bazun calló. ¿Qué más podía salir mal en aquella recepción? Rápidamente se acercó al joven aferrándolo por la muñeca. -¡Estupendo!- se dijo- Aún no ha hablado de mí con nadie. Menos mal que Sidor contaba con millones de oscuros callejones a los que los sidoreños temían más que a nada en el mundo -¡Acompáñeme!- le ordenó asiendo fuertemente del brazo. El hombre quiso resistirse y luchar pero los ojos helados de azabache de la criatura, lo redujeron en un instante. Como un autómata se dejó conducir por aquella deliciosa mujer hasta el callejón Lomas. Llania abandonó el cuerpo en un contenedor de basura, se arregló el peinado y salió del húmedo callejón. -Tengo problemas- se dijo- ¡Muchos problemas!
sábado, enero 14, 2006
Vampirismo La Edad Oscura Del Vampirismo
Las leyendas de vampiros se originaron de este a oeste en compañía de las caravanas a lo largo de la ruta de la seda por el Mediterráneo.De allí se extendieron a Asia y luego a las tierras Eslavas y los Carpatos. Los mitos estaban originalmente más estrechamente asociados con Irán, entonces emigraron alrededor del siglo VIII, a donde están ahora.Casi en cuanto llegaron, el proceso de cristianización empezó y las leyendas de vampiros sobrevivieron como mitos.Más tarde los Gitanos emigraron desde norte hacia el oeste de la India (donde tienen varios mitos de vampiros), ya allí sus mitos se mezclaron con los del pueblo Eslavo.Los Gitanos llegaron a Transilvania brevemente antes de que Vlad Dracula naciera en 1431.El vampiro aquí era el fantasma de una persona muerta, que en la mayoría de casos habían sido una bruja, mago etc.Se tiene miedo a los vampiros, porque ellos matan personas pero al mismo tiempo se parecen a ellas.Pero hay ciertas cosas que los diferencian de un ser vivo, no puede proyectar ningún tipo de sombra ni se puede reflejar en ningún espejo.Además los vampiros pueden cambiar de forma, como por ejemplo la de un murciélago y eso lo hace sumamente difícil de capturar.Al empezar un nuevo día los vampiros tienen que dormir en sus ataúdes por que los rayos del sol los matarían, pero por la noche despiertan sedientos de sangre.La forma más común de nutrirse es volando por una ventana, en forma de murciélago y entonces morder a la víctima en el cuello y succionarle toda la sangre.Los vampiros no pueden entrar a una casa sin ser invitados, pero en cuanto tienen el permiso, pueden entrar tan a menudo como ellos quieran.El vampiro no es peligroso solo porque mata a las personas sino porque sus víctimas después de muertas se convierten en vampiros.El lado mas fuerte de los vampiros es que son casi inmortales, sólo algunos ritos muy especiales poden matarlos tal como: poner una estaca en su corazón, cortar su cabeza o quemar su cuerpo.EN RUMANIA :::Rumania, la tradición sobre los vampiros se remota a muy atrás en el tiempo; no hay creencia en lo sobre natural mas difundida y arraigada que esta, tanto en las ciudades como en los pueblos de las comarcas mas remotas. La mayor parte de los rumanos creen en la vida después de la muerte es muy parecida a la terrenal ; la fe en un mundo espiritual no esta muy difundida, por lo que resulta natural que para ellos los muertos vivientes vaguen por la tierra,, no bajo forma de espíritus, si no de personas físicamente definidas. es interesante notar que entre todas las regiones rumanas, el mayor numero de casos de vampirismo proviene de Transilvania, especialmente del norte de Transilvania, escenario en que también tiene lugar la narración del muy famoso Drácula de Stoker. Como demostración de hasta que punto la creencia esta arraigada en la cultura rumana, sirva saber que el numero de térmicos utilizados para indicar los distintos tipos de vampiros es muy rico. el termino mas común es strigoi, al que le sigue moroii. se usan indiferentemente también lo términos varcolaci y pricolici, que a menudo son vampiros muertos y a veces animales que se comen la luna. En este contexto cultural se presenta el único caso , ausente en todas la demás regiones de Europa, del vampiro viviente. Según la estudiosa rumana Agnes Murgoci, se pueden en contra en Rumania tres tipos fundamentales de vampiro : el vampiro difunto, el vampiro viviente y el varcolac vampiro que engulle la luna durante los eclipses. Las infecciones vampiricas alcanzaron su punto álgido durante e siglo XII, y hay que suponer que las profanaciones de tumbas fueron muy frecuentes si se tiene en cuenta que las autoridades intervinieron mas de una vez para poner fin a estas practicas Los rumanos creen que si un hombre nace con la placenta o bolsa del liquido amniótico, se convertirá en vampiro a las seis semanas de su muerte . Algo parecido les sucede a las personas que han sido malvadas o que han cometido acciones inicuas durante su vida, especialmente mujeres que ha tenido algo que ver con el maligno y con sortilegios y encantamientos. Es bien sabido que un hombre es un vampiro si no come ajo; esta idea se encuentra también en los eslavos meridionales. Cuando un niño muere antes de ser bautizado, ala edad de siete años se convierte en vampiro y el lugar donde a sido enterrado se considera desconsagrado. Los hombres que juran en falso por dinero se convierten en vampiros seis meses después de su muerte.Si un vampiro lanza su mirada sobre una mujer en cinta, y ella no esta inmunizada, su hijo se convertirá en vampiro. Cuando nacen siete niños del mismo sexo, el séptimo tendrá un pequeño rabo y será vampiro. Un difunto se convierte en vampiro se un gato salta sobre él, si un hombre salta sobre el o si la sombra de un hombre cae sobre el. A algunos rumanos creen que si un hombre esta destinado a convertirse en vampiro, así sucederá, lo desee el o no . Otros rumanos creen que , aun en el caso de que un niño nazca con la placenta, es decir , destinado a ser un vampiro, se puede hacer algo para reparara el desastre. En primer lugar debe romperse la placenta para que el bebe no pueda engullirla y convertirse en un malvado vampiro, que lanzara el mal de ojo y devorara a sus parientes tras la muerte. La comadrona deberá salir fuera con el bebe arropado. Si se trata de una casa excavada en una zona subterránea, debería subir a punto mas alto; si no es así, ira a la parte trasera y gritara, sosteniendo al bebe entre lo brazos "Escuchad todos, un lobo ha nacido sobre la tierra. No se trata de un lobo que devorara a las personas, sino de un lobo que trabajara y nos traerá fortuna" de esta forma el poder del vampiro se quiebra, y el mal se convierte en bien. De hecho los vampiros que dejan de serlo traen buena fortuna.Babilonia y Siria :::En Babilonia y Siria tenían en común la creencia en vampiros, donde se comentaba que el muerto podía aparecer nuevamente en el tierra en busca del sustento viviente. La creencia se unió con la teoría casi universal que dice que es necesaria la sangre de la transfusión para la revitalisación. Baños de sangre humana eran antiguamente prescritos como un remedio posible para la lepra.A la cristiandad griega le han dado crédito por muchas creencias como el origen del vampiro. La creencia se desarrolló indudablemente bajo la influencia de la Iglesia griega, y utilizada por los sacerdotes griegos como un poder adicional sobre las personas. En Creta :::En Creta la creencia en vampiros (o katalkanas) y su existencia forman parte de la creencia popular en todas partes de la isla, pero ésta es particularmente fuerte en las montañas.Alemania- Nachzehrer :::En algunas partes del los dominios del Kaiser, todavía se entierra comida con el cadáver para prevenir las posibles punzadas de hambre, se cree que de no dejar la comida éste se levantaría, según la antigua costumbre, también se esparce granos de maíz o arroz en la tumba para evitar que este se lavante. En Düsseldorf se cree que si no se pone dinero en la boca del muerto en el entierro, y no cortar el nombre bordado de la camisa, es probable que llegue a ser un Nachzehrer, y su fantasma saldrá de su tumba en la forma de un cerdo. Otro prevención de tal calamidad es la ruptura del cuello del muerto. Rusia- Vrykolaka :::Los húngaros creen que quien han sido vampiros pasivos en vida lleguen a ser vampiros activos después de la muerte; a esos a quien los vampiros les han chupado la sangre en vida lleguen a ser vampiros después de muerte. En muchos distritos la creencia prevalece, hay una sola manera de prevenir este acontecimiento y es que la víctima debe comer algo de tierra de la tumba del vampiro, y untar su propio cuerpo con sangre del cuerpo de ese vampiro.Bulgaria :::La tradición original del vampiro es generada sólo en las provincias búlgaras, adonde el conocimiento de la superstición fue importado de Dalmatia y Albania. En el pasado el vampiro era conocido por el nombre de wukodlak. St Clair y Brophy declaran que "el vampiro no es mas que un cuerpo muerto poseído por un demonio, pero su alma esta en una constante lucha por salir del cuerpo. Es descubierto por un agujero en la lápida que se pone encima de su tumba, el agujero es llenado por el curandero con tierra mezclada con hierbas venenosas." Se afirma que el vampirismo es hereditario tal como las enfermedades. Cuando el vampiro búlgaro ha cumplido su aprendizaje del mundo de las sombras, se eleva desde la tumba en forma de una persona común y corriente, pudiendo circular como un ser humano de la manera mas natural. Slavonic :::En el país de Slavonic se dice que tiene solamente un orificio nasal, pero se cree que tiene una punta afilada al final de su lengua, como el aguijón de una abeja. Platón y Democrates dicen que las almas viven por un cierto tiempo cerca de sus cuerpos muertos, es por esa razón les crece el cabello, barba, y uñas . Los antiguos cristianos también creyeron que el muerto podía salir de su sepultura.Transformación:La mayoría de vampiros tienen la habilidad de transformarse en un animal, que normalmente es un murciélago, rata, lobo, araña o cuervo. Muchos vampiros pueden transformar aun su cuerpo en una nube de niebla. Energía: Otra habilidad típicamente entre vampiros es la energía y sentidos humanos mas agudos. Dominio: Esta es la habilidad más rara de estas tres. La habilidad de convocar y dominar diferentes tipos de animales que principalmente serían los mismos en que se convierte. El Ataúd: Casi todos los vampiros tienen que dormir en su ataúd durante el día. Originalmente se hizo el ataúd, para que los animales no excavaran arriba el cuerpo. Luz del sol: Casi todos los vampiros son muy sensibles a los rayos solares, muchos son debilitados por ellos y los daña, depende de la especie pero puede llegar a matarlos. En la novela de Bram Stoker "Dracula" el no era afectado por la luz del sol. Símbolos religiosos: En la mayoría de los casos el símbolo no basta para dañar a un vampiro, para que surta efecto el portador de el simbolo, tal como la cruz cristiana tiene que tener fe en el simbolo en que realmente lo puede dañar de otra forma no surtira efecto. A veces el símbolo no hace falta que sea religioso. Ninguna Reflexión: Los Vampiros no se pueden reflejar en espejos. La razón es que dado que los vampiros estan muertos no tienen alma concecuencia, no pueden reflejarse en los espejos. Más tarde da lugar a la creencia de que los vampiros no aparecen en las fotos. Se puede matar un vampiro por ponerlo directamente entre dos espejos. Agua corriente : Los vampiros no pueden cruzar el agua en funcionamiento tales como riosSegún leyenda, las víctimas de un vampiro tienen que morir, de otro modo nunca llegarían a ser un vampiro. Estas son solo creencias de diferentes culturasAnimales que saltan por encima de un cuerpo: Si una persona ha muerto, y un animal (normalmente un gato) salta por encima de el cuerpo, antes de ser enterrado, la persona puede llegar a ser un vampiro. En Rumania esto se puede curar poniendo un pedazo de hierro en la mano de el cadáver. Cabello rojo: En la Mitología griega era muy común que personas pelirrojas, después de la muerte se convirtieran en vampiros. Esto es por la creencia que Judas Iscariot tenía cabello rojo.Otras Maneras Comunes: Suicidio. Ser un mago o bruja. Ser el séptimo hijo. Ser mordido por un vampiro. Beber la sangre de un vampiro. Ser víctima de un asesinato sin vengar. Un cuerpo muerto que sea reflejado en un espejo. Por no recibir un entierro propio.Aquí hay algunas "razas" de vampiros: · Asanbosam: Asanbosam es un vampiro Africano. Son vampiros normales sólo que ellos tienen ganchos en lugar de pies. Mordiendo a sus víctimas en el dedo pulgar.Baital: Baital es el vampiro indio, su forma natural es mitad hombre, mitad murciélago, mide medio metro.· Ch'tang Shih: En China hay criaturas como Vampiros llamados Ch'Iang Shih, se crean por tener un gato que salto por encima de el cadáver de una persona . Aparecen pálidos y matarían con su respiración venenosa, en suma de agotar la sangre. Si un Ch'Iang Shih encuentra un montón de arroz, debe contar los granos antes de poder pasar. Su forma material es una esfera de luz.· Ekiminu: Ekiminus es alcohol maligno (medio fantasma, medio vampiro) no es causado por su propia muerte. Son naturalmente invisibles y son capases de poseer humanos. Se pueden destruir usando armas de madera o por exorcismo.katalkanas: El vampiro de Creta es como muchos de los originales, pero sólo puede ser matado haciéndole un tajo en la cabeza y echándole vinagre hervido. · Krvopijac: Estos son vampiros búlgaros. Se parecen a los vampiros normales, pero tienen un solo orificio nasal y una lengua puntiaguda. Se pueden inmovilizar por poner rosas alrededor de sus tumbas. Puede ser destruido por un mago, que lo debe poner en una botella y tirarlo a una hoguera. · Lamia: Se supo de Lamias en la Roma antigua y Grecia. Son vampiros hembras, que a menudo aparecían mitad humano, mitad animal (a menudo la parte baja era una serpiente). Comen la carne de sus víctimas disfrutándolo tanto como cuando beben sangre. Se puede matar a un Lamia usando armas normales. · Nosferatu: Nosferatu es otro nombre para el vampiro original, que se llama también vampire o vampyre. · Rakshasa: Rakshasa es el vampiro indio con superpoderes siendo también un mago. Usualmente aparecen como humanos o se parecen a un animal (garras, colmillos, ojos, etc.) o como animales con rasgos de humanos (pies, manos, nariz, etc.). El lado animal es muy a menudo un tigre. Comen a las víctimas, descarnándolas además de beberse la sangre. Se puede destruir a un Rakshasa por la ardiente luz del sol o exorcismo. · Strigoiul: Este es el vampiro Rumano. Strigoiuls es como mucho de los vampiros originales, pero les gusta atacar en bandadas. Se pueden matar por poner ajo en su boca o quitar su corazón. ·· Succubus: Este es un vampiro europeo. La manera de alimentarse es teniendo relaciones sexuales agotadoras con la víctima, alimentandose de la energía sexual. Ellos pueden asumir la apariencia de otras personas. A menudo visitarán a la misma víctima más de una vez. La víctima de un Succubus experimentará las visitas como sueños.· Vlokoslak: Vampiros Serbios también llamados Mulos. Normalmente aparecen como personas que llevan ropa blanca. Están activos tanto de día como por la noche pudiendo asumir forma de caballos y ovejas. Ellos comen a sus víctimas y beben su sangre. Pueden ser matados cortando su dedo del pie, o por apretar una uña en su cuello. · Upierczi: Estos vampiros tienen sus orígenes en Polonia y Rusia llamados también Viesczy. Tienen un aguijón debajo de la lenguaEstas son solo creencias de diferentes culturasEstaca de madera: enterrar una estaca en el corazón es tan común como la sensibilidad a la luz del sol. Unas leyendas dicen que la estaca tiene que ser de un tipo especial de madera tal como el fresno. La razón de esta creencia es que el corazón es asiento de vida y poder.Generalmente basta solo con clavar la estaca en el corazónDecapitación: La razón es que el cerebro también era el segundo asiento de vida. Si también corta la cabeza de un vampiro le estará quitando su vida. Ardiente: Quemar el cuerpo, parece ser un método muy común y casi universal de librarse de un vampiro. Espejos: Se puede matar un vampiro por ponerlo directamente entre dos espejos. Agua corriente: Los vampiros no pueden cruzar el agua en funcionamiento tales como ríos etc. siendo esta una forma segura de matarlos, ej: poniendo su cuerpo después de decapitado en un río. Enterrarlo con la cabeza hacia abajo: Si se sospecha que alguien puede llegar a ser un vampiro, el modo de prevenirlo es enterrar el cuerpo hacia a bajo. Perro con ojos de Angel: La manera de aullentar a un vampiro es con un perro completamente negro y que en su cabeza sobre los ojos tenga pintado dos ojos de Angel de color blanco
viernes, enero 13, 2006
CICLOPES
Los gigantes de un solo ojo descritos en la mitología griega no son seres imaginarios. ¡No. Estos existen de verdad! Habitan las montañas más altas de nuestro planeta, donde hace frío y el aire es más transparente. Descansan durante el día, pero al empezar la noche lanzan su mirada hacia el cielo repleto de astros luminosos buscando, en silencio, la quintaesencia del universo.
Que tengan cualidades extraordinarias es evidente, pues su principal órgano sensorial, un ojo desmesurado, posee un cristalino de vidrio y una retina electrónica muy sensible. Pesan varias toneladas y sin embargo pueden moverse con sorprendente finura y precisión. Con un cerebro electrónico y alma de explorador, los astrónomos los doman tras muchos años de práctica. Sí, el telescopio es el cíclope de nuestra era. Al igual que sus ancestros, se eleva como un gigante en la forja del conocimiento.
Nuestro cíclope moderno tuvo una infancia muy humilde. Hace cuatro siglos su ojo apenas medía un par de centímetros. Le decían catalejo, pero su visión no era nítida. Si no fuera porque nuestras pupilas en la oscuridad se dilatan hasta un máximo de apenas siete milímetros, dos centímetros podrían parecer poca cosa. Aun así, el catalejo era diez veces más sensible que nuestros ojos. Además, tenía la exquisita cualidad de aumentar los objetos haciéndolos parecer como más próximos a nosotros.
¿Qué quiere decir todo esto? Fácil. Si miramos la Luna, por ejemplo, con un catalejo de un par de centímetros y treinta aumentos, la observaríamos diez veces más brillante y treinta veces más cercana a la Tierra. Tomando en cuenta que la Luna se encuentra a unos trescientos noventa mil kilómetros de distancia, la veríamos como si estuviera a tan sólo trece mil kilómetros. ¡Nada mal para un cíclope en pañales!
Pero eso era apenas el comienzo. Con el paso del tiempo los ojos de los cíclopes de la noche han crecido y hoy en día sus dimensiones alcanzan ya varios metros de diámetro y algunas toneladas de peso. Simultáneamente, su visión se ha perfeccionado, se ha vuelto muy nítida. Su cerebro electrónico, además de poseer una asombrosa memoria visual, puede llevar a cabo el procesamiento de las imágenes con una velocidad vertiginosa. Sí, en el fondo los cíclopes de la noche han siempre envidiado la capacidad del ojo humano, su enfoque automático, la visión de los colores y la rapidez de sus movimientos. Gracias a la ciberoptrónica, no están muy lejos de tener todas estas cualidades.
Lo increíble es que en Venezuela viven cuatro cíclopes de la noche. Su morada se encuentra bien alta, en los páramos cercanos a la ciudad de Mérida. El lugar se llama “Observatorio Astronómico Nacional de Llano del Hato”, pero el común de la gente le dice “Astrofísico”.
Así como Polifemo, Brontes, Estérope y Arges, nuestros cíclopes reciben los nombres de Refractor, Reflector, Cámara Schmidt y Astrógrafo Doble. Durante sus casi cincuenta años de vida han madurado mucho, porque los hemos cuidado, alimentado y educado rigurosamente. Como sus hermanos en otras montañas del mundo, abren su único gran ojo todas las noches despejadas para mirar cada vez más lejos en el cosmos.
Sólo nos resta esperar que el tan aclamado progreso, del cual se nutren constantemente nuestros cíclopes, no ciegue irremediablemente –cual Ulises moderno– estos enormes ojos del conocimiento. Desdichadamente, hay indicios de que esto podría ocurrir.
jueves, enero 12, 2006
Esta leyenda de vampiros es de 125 A.C
originalmente estaba escrita en griego. Las leyendas de vampiros se originaron de este a oeste en compañía de las caravanas a lo largo de la ruta de la seda por el Mediterráneo. De allí se extendieron a Asia y luego a las tierras Eslavas y los Carpatos. Los mitos estaban originalmente más estrechamente asociados con Irán, entonces emigraron alrededor del siglo VIII, a donde están ahora. Casi en cuanto llegaron, el proceso de cristianización empezó y las leyendas de vampiros sobrevivieron como mitos. Más tarde los Gitanos emigraron desde norte hacia el oeste de la India (donde tienen varios mitos de vampiros ), ya allí sus mitos se mezclaron con los del pueblo Eslavo. Los Gitanos llegaron a Transilvania brevemente antes de que Vlad Dracula naciera en 1431. El vampiro aquí era el fantasma de una persona muerta, que en la mayoría de casos habían sido una bruja, mago etc. Se tiene miedo a los vampiros, porque ellos matan personas pero al mismo tiempo se parecen a ellas. Pero hay ciertas cosas que los diferencian de un ser vivo, no puede proyectar ningún tipo de sombra ni se puede reflejar en ningún espejo. Además los vampiros pueden cambiar de forma, como por ejemplo la de un murciélago y eso lo hace sumamente difícil de capturar. Al empezar un nuevo día los vampiros tienen que dormir en sus ataúdes por que los rayos del sol los matarían, pero por la noche despiertan sedientos de sangre. La forma más común de nutrirse es volando por una ventana, en forma de murciélago y entonces morder a la víctima en el cuello y succionarle toda la sangre. Los vampiros no pueden entrar a una casa sin ser invitados, pero en cuanto tienen el permiso, pueden entrar tan a menudo como ellos quieran. El vampiro no es peligroso solo porque mata a las personas sino porque sus víctimas después de muertas se convierten en vampiros. El lado mas fuerte de los vampiros es que son casi inmortales, sólo algunos ritos muy especiales pueden matarlos tal como: poner una estaca en su corazón, cortar su cabeza o quemar su cuerpo. G En el siglo XV, uno de los príncipes de Valaquia, provincia bajo la dominación turca, ubicada entre los Alpes de Transilvania y el Danubio,( río de la Europa central, o a los territorios que baña. ) es conocido con el nombre de Vlad Dracul, este ultimo término significa dragón, el emblema del rey. Cuando su hijo Vlad IV, nacido en 1430, a la edad de veinticinco años, recibe el título de Drácula, es decir, hijo del Dragón. (Desde su infancia, Vlad tepes es confrontando con la violencia. Ve a su padre asesinado y su hermano mayor enterrado vivo. ) Fue educado como cristiano en Transilvania, pero su padre le dejo como rehén entre los turcos cuando solo tenia trece años, y de repente el joven Drácula se encontró rodeado de personas cuyo lenguaje y religión no comprendía. El padre y la madre de Drácula volvieron a casa dejando abandonado al chico en Turquía, y el sultan le retuvo allí como una especie de seguro humano que le garantizaba que el padre de Drácula no le atacaría. El joven Drácula fue enviado en barco hasta el castillo de Egrigoz, una fortaleza que se encontraba a gran altura en las inaccesibles montañas del Asia Menor. Drácula estuvo prisionero hallo desde 1444 hasta 1448, cuando le llego la horrible noticia de que su padre había violado la promesa hecha al sultán y había declarado la guerra a los turcos ... siendo plenamente consiente de que obrando así ponía en peligro la vida de su hijo. El padre llego al extremo de hablar de ello en una carta dirigida a varios pueblos y ciudades de Transilvania. Esta terrible traición debió enseñar a Drácula que la vida no vale gran cosa. Por suerte -pero no gracias a su padre -, el sultán decidió no replicar matando a Drácula, y siguió utilizándolo como peón en sus planes y negociaciones diplomáticas. Vlad Drácula acabó consiguiendo hacerse con el poder en el sur de Rumania gracias al apoyo de los turcos. Vlad Tepes a pesar de sus sombría personalidad, es aún considerado por muchos rumanos como héroe nacional por haber intentado liberar las provincias rumanas de Valaquia, Moldavia y Transilvania del demonio de invasor turco. El es uno de los jefes guerreros mas temido por las tropas de ocupación del sultán Mehmed el Conquistador. Sin embargo, en 1462, es vencido y debe refugiace en Hungría, donde es nuevamente tomado prisionero por razones políticas hasta 1473. Drácula no quería alrededor ningún heredero en potencia que pudiera desafiar su poder absoluto. En una ocasión en que estaba de muy mal humor, su amante cometió la imprudencia de creer que podría animarle diciéndole que estaba embarazada porque daba por sentado que Drácula se alegraria de oír esa buena noticia. Drácula no se alegro <> le dijo, y tomo un cuchillo y la abrió en canal para que <>. Drácula utilizó todo tipo de procedimientos para eliminar a cualquier joven rival al trono: el padre de Drácula había sido ilegitimo y consiguió reinar, por lo que Drácula procuró librarse de tanto hijos legítimos como ilegítimos. El empalamiento en una estaca de madera o hierro, es su método favorito para desacerce de los prisioneros turcos o de sus opositores -de ahí si sobrenombre. En el siglo XV, su crueldad es conocida y grabado alemán de 1499 lo muestra festejando en medio de los cadáveres empalados. Se estima entre 50.000 y 100.000 el numero de sus víctimas empaladas, quemadas o incluso desolladas vivas durante su corto reinado de una decena de años. Como sutil refinamiento el príncipe a menudo manda engrasar o arromar la punta de las estacas para prolongar la agonía de sus ejecutados. Su sadismo no conoce limites: crónicas locales cuentan que para castigar a unos emisarios turcos que no se descubrieron en su presencia, ordena que se les clave fez en el cráneo. En otra ocasión, manda reunir a una gran cantidad de pobres y minusvalidos en una amplia sala cerrada bajo el pretexto de invitarlos a un banquete y ordena prenderle fuego. Un día Vlad le pregunta a un amigo que piensa del Bosque, en el cual se encontraban un sin fin de personas empaladas. Y el amigo responde : "Pues, huele un tanto mal..." Entonces Vlad lo empaló y le pregunto : "¿estando ahí arriba lo hace oler mejor?". Empalaba generalmente a los infieles y mujeres promiscuas, Vlad no solo empalaba personas también los mataba cortando sus órganos sexuales o desollándolos vivos y después exponiéndolos en público. Vlad disfrutaba las ejecuciones en masa. En otra ocasión, Vlad mandó poner una mesa, con un banquete delante de sus víctimas empaladas, para disfrutar de una lenta cena en medio de ese paisaje de agonía y muerte. Tras haber invadido la provincia de Cinibio, incendio muchisimos pueblos muy habitados y, con este talante, arrastro hasta Valaquia a muchos hombres encadenados, a los que hizo empalar. Algunos mercaderes, que se sentían atraídos por la promesa de recibir protección por parte del estado, fueron despojados de todos sus bienes y asesinados mientras atravesaban Valaquia cargados de Ordeno que le llevaran desde Vurcia a 400 niños parar enseñarles la lengua de Valaquia; en lugar de eso, los hizo encerrar en un horno para ser quemados . Hizo que asesinaran a los hombres mas nobles de su estirpe y a todos sus parientes cercanos, junto con sus mujeres e hijos. Hizo enterrar a algunos de sus servidores hasta el ombligo y los atravesó con sus flechas; a muchos otros los desolló. Capturó en batalla a un cierto Daym, hijo de otro Daym voi-voda; mientras estaba todavía vivo y consciente, le hizo construir una tumba y ordenó a los sacerdotes que celebraran sus exequias; una vez éstas se hubieron llevado a término, cortó la cabeza al prisionero. Cincuenta y tres embajadores que habían sido invitados por los transilvanos fueron arrojados a prisión y, tras haber invadido sus tierras, aprovechando la circunstancia de que no podían tener ninguna actitud hostil, lo arrasó todo a hierro y fuego. Hizo empalar a Ceilino, jefe de sus tropas, porque no había sabido satisfacer su monstruosidad. Hizo empalar hombres de Vurcia, que habían caído en sus manos mientras se dirigían a otra provincia. A un cierto Zegano, que rechazó colgar con sus propias manos a un ladrón que había sido hecho prisionero, lo hizo cocer en una gran caldera y lo dio a comer a sus conciudadanos. Llegó a arrancar del seno de sus madres a bebés que estaban mamando para estrellarlos contra una roca ante ellas. Llegado a la provincia de Transilvania, convocó a todos los valacos que allí habitaban, ofreciéndoles su amistad; una vez los tuvo reunidos, lanzó a los soldados contra ellos y los exterminó; luego, incendió sus poblados. Se dice que con estos métodos mató a más de 30.000 personas. En el año 1462, el emperador de los turcos, a cuyo poder estaba sometido, le pidió un tributo. Él respondió que iría personalmente hasta Adrianópolis para llevárselo, luego pidió una carta que mostrar a los prefectos del lugar para poder viajar, mató a los prefectos turcos que fueron a su encuentro y, tras realizar verdaderas masacres en las poblaciones que encontraba a su paso, mató a más de 25.000 personas de ambos sexos, entre las que perecieron incluso algunas bellísimas vírgenes, si bien habían sido pedidas como esposas por los valacos. Llevó hasta Valaquia a un gran número de prisioneros, algunos de los cuales fueron desollados, otros fueron asados sobre el fuego atravesados por varas de hierro y otros fueron hechos en aceite hirviendo; los restantes fueron empalados; el campo en el que sucedieron estos hechos parecía una selva de palos. L. J Tras haber cometido tales fechorías, fue por fin capturado por Matías, rey de Hungría, el mismo invierno en el que el papa Pío volvió a Roma procedente de Todi. [...] Durante una batalla con los turcos que tubo lugar a finales de 1476, Drácula de puso el uniforme de un soldado turco para poder inspeccionar mejor el campo de batalla. Se encontró con unos cuantos soldados suyos, y se supone que no lo reconocieron a causa del disfraz de turco y le dispararon flechas. Drácula mato a cinco o seis soldado con su lanza, pero la inferioridad numérica era abrumadora: los soldados dispararon mas flechas y le mataron. Después le cortaron la cabeza y se la entregaron a los turcos como trofeo de victoria porque los soldados turcos seguían teniendo un miedo terrible al hombre a quien llamaban el <>. El sultán exhibió la cabeza de Drácula en las murallas del castillo Topkapi de Estambul
miércoles, enero 11, 2006
LA GENTE PEQUEÑA
El concepto sobre habitantes de los parajes de la naturaleza siempre ha acompañado al hombre. Para los nordicos hay varias teorias que señalan su llegada a la Tierra.
Entre los celta y los eslavos son angeles reveldes arrojados del cielo y refugiados en mar, aire, montes y rios. Son descendientes de una tribu nordica de la Edad de Bronce. Vinieron de la antigua Roma y se expandieron al igual que el imperio. Antiguas divinidades y heroes que se desvanecieron al instituirse los nuevos dioses. Son almas de druidas muertos. Almas de niños difuntos que no habian recibido el bautizo.
Ramirez comenta que el Reino de las Hadas se compone de hadas, elfos y humanos robados. La figura de mayor autoridad es el rey elfito, quien escoge como esposa a la mujer de mayor belleza, se hada o mortal. Sobre su ubicación, se ha dicho que estaba en la isla de Avalon en la Tir NanOg o en la Bahia de Cardigan . Mas como ella afirma, hay una teoria que señala que stos seres viven en nuestro mismo mundo, comparten los lugares con nosotros, pero se ubican en un plano diferente y unas cuantos noches del año, se mezclan con nuestro mundo. Estas actividades son:
- 1 de febrero o Imbolc, comienzo de la primera celta.
- 1 de mayo o Beltaine, celebra el triunfo del sol y la muerte del frio hasta la siguiente temporada.
- 24 de junio o San Juan, festeja el verano y favorece las cosechas.
- 1 de agosto o Ludasa, fiesta de fin de las cosechas marca elpunto algido del verano.
- 1 de noviembre o Samhain, inicio del invierno o noche de todos los santos (All hollow’s eve)
Como elementos propios de las culturas paganas, estos seres deben ser asociados al folclor de casi todos los paises de Europa, especialmente de Bretaña francesa, Galicia, Asturias, Irlanda, Escocia, Inglaterra, las costas de Dinamarca y Noruega. Sobre el resto de los entes que conforman el fairy World, Ramirez comenta que “algunos vinen entre los humanos, como el leprechaun, los brownies o los pixies: Pero hay distintas familias, pues no todos viven en reinos: exiten seres magicos del pueblo feérico, solitarios no se mezclan con otros como los trolls o los enanos. “todos conforman un universo”.
LEPRECHAUN
Cuidan el caldero de oro al final del arcoiris, entre otros tesoros. Miden entre 15 cm y metro y medio. Aunque la iconografía conocida los muestra vestidos de verde, su atuendo principal es chaqueta roja con botones plateados, calcetines azules, zapatos cafés con hebilla y sombrero tricornio de copa alta. Les encanta engañar a los humanos y son los más ricos del folclor.
HADA
Tan pequeña como el pétalo de una flor o, como indica el poema del Sir Gawain y el caballero verde (anónimo), de la altura de un humano. Tiene la piel muy blanca, el cabello castaño claro y la voz melódica. Contrario a todo conocimiento, no son inmortales, viven en ciclos de nueve (días, años o meses) y les encanta bailar, cantar y comer pan. Son responsables de los círculos féricos y son parientes de las sirenas.
BANSHEE
Son reconocidas como las emisarias de la muerte. Su nombre viene del gaélico bean si, que significa mujer de las colinas. De ojos rojos, cabello blanco y largo, vestido color verde y capa gris, se lamentan en la noche cuando alguien va a morir. En el folclor irlandés, la primera banshee se llamó Aibhill y trabajo para la familia O’Brien.
GRINDYLOW
Criaturas acuáticas malignas que espantan a las niños. En la provincia inglesa de Yorkshire se conocen como ‘cocos de bebe’. Son de estatura mediana, tiene la cara arrugada y fea, el cabello largo y descuidado, la piel y los colmillos verdes. Aunque la leyenda inglesa cuenta que asustan a los infantes para hacerles pasar un mal rato, otras fuentes indican que lo hacen para salvarlos cuando corren peligro.
ELFO
En la tradición irlandesa son criaturas diminutas. Aprovechan su traviesa personalidad para hacer pasar malos ratos al hombre. No miden mas de 15 a 20 cm, tiene la piel muy blanca, las orejas puntiagudas y pies y manos como patas de animales. Para apoderarse de uno, hay que adivinar su edad.
PIXIE
Almas que no son demasiado buenas para el cielo, ni demasiado malas para el infierno, por lo que permanecen en la Tierra. Es gente pequeña parecida a un humano que gusta de montar a caballo por las noches. Otra teoría recalca que los pixies son druidas que lucharon contra el cristianismo y con cada pelea perdida se volvieron mas y mas pequeños.
AVALON
Ubicada en Somertet, en el poblado de Glastonbury Tor, es la isla radiante, la entrada a Annwn, el otro mundo. Aqi se desarrollo la leyenda del Rey Arturo, vivio el hada Morgana y se encuentra el palacio de cristal del reino de as hadas. Avalon viene del celta aval que significa manzana.
STONEHENGE
Es una zona magica de Inglatera, a pocos minutos de Salisbury. Su procedencia es desconocida y misteriosa. A traves de los siglos, se ha tratado de descifrar su verdadero significado. Para algunos, es una construccion de seres fericos, quienes organizaban ahi sus fiestas, para celebrar rituales.Otros dicen que esta construccion fue hecha por tribus que habitaron la region, antes que los celtas.
TROLL
Viven escondidos en los bosques nordicos desde la Era Glacial. Fisicamente tienen proporciones descomunales (pueden medir mas de tres metros) tiene tres o cuatro dedos en las manos y en los pies, y uno, dos o tres ojos según la raza. Se cree que las formaciones rocosas de Noruega son en realidad trolls, que olvidaron s toque de queda: no salir a la luz del sol.
BROWNIE
Son una variacion de los elfos y tambien se les conoce como elfos cafes. Son gente pequeña parecida a los gnomos por su estatura y proporciones fisicas. Hacen las labores domesticas de sus amos. El primer brownie se le llamo Brownie-Clod y su esposa Hairy Mag.
ENANO
Trabajadores de las minas y forjadores de metal que vivien bajo las cuevas. Y montañas. Al igual que los trolls si salen de su guarida los toca la luz y se convierten en piedra. Son cabezones de cara arrugada barba gris y piernas zambas. Ellos construyeron el martillo del dios Thor. Viven cientos de años y son considerados grandes sabios.
martes, enero 10, 2006
HADES
Los relatos legendarios sobre Hades indican que, apenas nacido, fue tragado por su propio padre, Cronos. Este vivía atormentado porque temía que sus propios hijos lo destronaran, pues así le había sido predicho por los oráculos. Por eso, en cuanto su esposa Rea daba a luz, Cronos se disponía a engullir al recién nacido. Sin embargo, no sucedió así con su hijo Zeus, ya que Rea decidió engañar a su cruel esposo. En lugar del niño que acababa de parir, le entregó una piedra envuelta cuidadosamente en pañales y, sin percatarse del cambio, Cronos la engulló. Cuando Zeus alcanzó la madurez se dispuso a luchar contra su padre y le hizo vomitar a todos sus hermanos. Los hijos se confabularon contra el padre y lo expulsaron de su reino. Se repartieron el botín y, al propio tiempo, inauguraron lo que daría en llamarse "saga de los Olímpicos" o "deidades superiores". Así llegó a manos de Hades el poder y mandato sobre las tinieblas exteriores, y sobre las feroces criaturas que en ellas habitan. Baste resaltar el pestilente río Aqueronte, el sanguinario perro Cerbero y el interesado y aprovechado Caronte, como tres muestras o símbolos de la adversa naturaleza, la cruel animalidad y la perversa humanidad, respectivamente. El Aqueronte rodeaba con sus oscuras aguas un extremo del Tártaro, del mismo modo que la laguna Estigia acotaba el otro extremo, y en sus orillas se consumían las almas de los muertos que aún no habían sido juzgadas. Cerbero era el perro monstruoso que guardaba las puertas del Infierno e impedía salir a todo aquel que hubiera entrado. Caronte sólo permitía subir a su barca a quienes previamente le hubieran pagado un óbolo, es decir, una moneda de plata. Cuentan las crónicas que Cronos, en cuanto Zeus le obligó a devolver a la vida a todos los hijos que se había tragado, sufrió la ira común de sus directos descendientes. Estos se confabularon contra su padre y le infligieron una decisiva derrota. En la batalla tomó parte activa Hades, que se ajustó el casco que le hacía invisible y logró desarmar a Cronos y a los Titanes, mientras que, al propio tiempo, Zeus los derribaba con su poderoso rayo y Poseidón los sujetaba con su tridente. Los Cíclopes habían donado a los dioses esos atributos, es decir, el casco de Hades, el rayo y el trueno de Zeus y el tridente de Poseidón. Esos seres de descomunales proporciones, considerados como los más hábiles y fuertes de entre todas las criaturas y que tenían un sólo ojo en mitad de la frente. De hecho la palabra Cíclope significa "ojo circular". El caso es que estos regalos eran una muestra de agradecimiento a los dioses del Olimpo porque les habían ayudado en tiempos de adversidad. Por ejemplo, cuando fueron expulsados del cielo y atados a las columnas del insondable abismo subterráneo, el poderoso Zeus se encargó de liberarlos. Aunque tal acción no debe calificarse de puro altruismo puesto que con ella pretende seguir las directrices del oráculo, que había predicho la Victoria sobre Cronos y los Titanes únicamente si se liberaba a los Cíclopes, se les devolvía a su antiguo lugar de origen y se les restablecía en su ancestral condición de criaturas inmortales. Resultaba, pues, de capital importancia llevar a cabo favorablemente tan especial misión. El hecho es que, en un principio, el significado mismo de la palabra Hades era asociado al casco que los Cíclopes le regalaran, y del que se decía había sido confeccionado con la pelleja de un perro. Y, puesto que tenía la curiosa cualidad de volver invisible a su poseedor, se convino en señalar que el nombre Hades encerraba en sí un contenido semántico relacionado con ciertos conceptos alusivos a la característica señalada: por ejemplo, "el que se torna invisible" o "el Invisible". Sin embargo, el propio nombre de Hades era como una especie de tabú para los antiguos. Y evitaban en lo posible pronunciar tal nombre, por temor a caer en desgracia ante el más temido de los dioses. De este modo surgieron numerosos eufemismos para invocar al dios de los abismos subterráneos y del Tártaro. Entre ellos podemos destacar aquel derivado de las entrañas ocultas de la tierra y de sus propias riquezas minerales. Puesto que Hades gobernaba en todos los lugares oscuros y siniestros, se le reconocía como dios de la riqueza escondida en el subsuelo y se le llamaba "Plutón el Rico". También entre los clásicos se le reconocía la facultad de conferir vida a los distintos estratos terrestres. El gran pensador Empédocles, que vivió en el siglo V a. C., y al que se le reconoce una gran aportación al eclecticismo -teoría filosófica que se caracteriza por recopilar y seleccionar aquello que cree esencial en otras corrientes del pensamiento-, nos hablaba de Hades "el Nutridor", ya que la riqueza del subsuelo dependía de él. También se le llamaba "Clímeno, el Ilustre", pues este personaje acaparaba diversos títulos míticos. Acaso uno de los epítetos más legendarios para referirse a Hades sea el de "Eubuleo, el Buen Consejero". Narradores de mitos cuentan la leyenda de Eubuleo, el porquero. Éste se hallaba cuidando cerdos en un frondoso encinar, cuando un ruido ensordecedor llamó su atención. Observó que el cercano valle, hasta entonces pleno de colorido y belleza, cubierto de tupida hierba que, por así decirlo, servía de cobijo a enmarañadas matas de flores silvestres que aquí y allá resaltaban, se trocaba oscuro y gris. Y vio que la tierra se abría para formar un enorme agujero que engullía con ansiosa voracidad todo cuanto encontraba a su paso: flores, hierbas, árboles... Hasta la piara de cerdos de Eubuleo se la tragó la tierra. De su hondura cavernosa surgió, como por ensalmo, una reata de negros corceles enganchados, todos ellos, a un carro chirrión conducido por un ser con figura de hombre y de cabeza invisible. Apenas transcurrieron unos instantes, cuando pudo verse que el carro llevaba una preciada carga que su misterioso conductor sujetaba con fuerza. Se trataba de una muchacha que lloraba y gritaba llamando a su madre. Acababa de tener lugar un hecho mitológico que pasaría a la historia: el "rapto de Perséfone". Eubuleo, el único testigo, sabría más tarde que Hades, el rey de los abismos subterráneos, conducía el carro que transportara a Perséfone hasta sus apestosos dominios de las tinieblas. Y cuando Deméter, madre de la infortunada muchacha, pasó por aquellos lugares buscando a Proserpina, Eubuleo le contó cuanto había visto. Algunas versiones del famoso "rapto de Perséfone" interpretan el legendario hecho desde perspectivas diferentes a las establecidas por los cantores de grandes mitos. En primer lugar, justifican la acción de Hades puesto que, debido a su desagradable aspecto, ninguna diosa, ninfa o musa quería compartir su vida, ni ser recluida en el abismo insondable que tenía por morada. Por eso, no le quedó otra opción más que procurarse una compañera a la fuerza y, por esto mismo, decidió raptar a la joven Perséfone. Quienes participan de tales argumentaciones, añaden que Hades permitió que Perséfone compartiera con él el dominio del mundo subterráneo; incluso se afirma, en ocasiones, que la muchacha venció la repugnancia que, en un principio, sintiera por su raptor y terminó por aceptar el ofrecimiento que se le hacía, por lo que se convirtió en reina del Tártaro. Pero la madre de la joven, una vez que supo por boca del porquero Eubuleo los pormenores del secuestro de su hija, se quejó al poderoso Zeus y éste decidió solucionar tan delicado asunto. Acordó, junto con ambas partes, que Perséfone viviera, a partir de entonces, seis meses en el Averno y otros seis alejada de tan pestilente lugar. Los ruegos de su madre Deméter ante Zeus no resultaron, por tanto, infructuosos. Así, había un tiempo en el que Perséfone personificaba la fuerza oculta bajo la tierra para que ésta produjera riqueza mineral y vegetal; y por contra, existía otra época en la que permanecía en los bosques oscuros de la región de las sombras, en los confines de un mundo lleno de misterio y acotado por las aguas cenagosas de los ríos del infierno
El Diablo en el templo de Culhuacan
Documento Insólito, Cierto y Verdadero, que trata de sombras noctámbulas y de la perversa gula por el ayuno de tres veces al día y de un misterioso templo de tres naves que un día aterrizó en terreno santo
La noche siempre es el manto de los imaginarios nocturnos, donde ángeles y los demonios andan sueltos. La noche es la protectora de placeres, devaneos y misterios. Y en el misterio, las leyendas cohabitan y existen con los muertos.Cosas de ver, sentir y oír. Nuestro siguiente relato es uno de ellos
Dicen que allá por la década de los setentas del siglo XVI, los dominicos del convento de Cuilapan, Oaxaca, carecían de un templo majestuoso como existían en otros lugares de la Nueva España. El que habían construido era muy sencillo; no correspondía con sus pretensiones religiosas ni a la ostentación que la casa de Dios debía tener para evangelizar a los indios. Había que construir algo más grande y bello. Éstos eran los deseos y los sueños de los frailes dominicos, pero también eran las religiosas obsesiones del prior, fray Domingo de Aguiñaga; estudiante en sus años mozos de las artes plásticas, arquitecto y amigo de Ignacio de Loyola. Este fraile tomó el mando del convento en el año de 1570. Y con sus estudios, para bien usarlos, siempre quería hacer cosas nuevas para engrandecer su espíritu y el de la orden religiosa que representaba.
El día 13 de septiembre de 1574 empieza nuestro relato, y se da cuando un personaje extraño visitó el convento. Llegó cuando la noche se manchaba de miles de destellos plateados y de una luna inmensamente luminosa. Llegó en un lujoso carruaje negro, con cortinillas de terciopelo negras y tirado por cuatro briosos y enormes caballos negros. El personaje alto, de mirada de aguja —inyectada de sangre— y de barba acicalada que terminaba en una bien cuidada piocha puntiaguda, tenía porte aristocrático; vestía rigurosamente de negro, todo de negro. Los perros del convento ladraron desaforados cuando sintieron la presencia del extraño personaje. Uno de los monjes salió a abrir después de escuchar los fuertes toquidos sobre la puerta. El hombre pidió hablar con el padre prior. La pesada puerta se abrió y los perros, que también vivían dentro del claustro, sintieron que una sombra que caminaba junto al hombre les caía con una enorme fuerza sobre sus hocicos; después, asustados, sólo aullaban lastimeramente.
La entrevista duró varias horas, hasta el amanecer. Las visitas se sucedieron una tras otra, siempre por las noches. Eran noches donde a veces salían unas carcajadas de la celda del prior y rebotaban en los muros de cantera del convento y se repetían en un eco tras otro. Los perros dejaron de ladrar ante la vista del personaje, sólo se echaban y gemían y sus ojos se alumbraban de miedo.
Después de la última visita, el padre Domingo de Aguiñaga pidió a los frailes, a la hora del almuerzo en el refectorio, que ese día por la noche no salieran de sus celdas porque algo extraordinario iba a suceder. En balde fueron la preguntas, el prior no dio respuestas. Llegada la hora, él mismo se cercioró de que todos los religiosos se recluyeran.
A las doce se escuchó la llegada de varios carruajes. El silencio de la noche desapareció y en su lugar se escucharon risas, gritos y blasfemias contra santos, frailes, vírgenes y el mismísimo Señor de los Cielos. Los frailes, en su resguardo de cuatro encaladas paredes, y tomando escapularios en sus manos sudorosas, no podían dormir; aunque lo intentaran, las risotadas y maldiciones retumbaban en los anchos muros del convento y en los oídos de novicios y frailes.
Algunos religiosos con el Jesús en la boca y escapulario en mano, se asomaron entreabriendo las puertas de sus celdas; sólo vieron cómo muchas sombras subían, bajaban, avanzaban, retrocedían. Entre éstas se movía el extraño visitante que antes se había entrevistado con el prior.
Estas sombras ágiles empezaron a levantar el templo anhelado por Domingo de Aguiñaga; primero los cimientos, columnas, paredes, arcos, nichos, altares. Todo con una rapidez asombrosa se fue acomodando bajo la dirección del personaje de negro que mandaba azuzando y maldiciendo a las sombras que levantaban, esculpían y pegaban cantera. Los perros y los religiosos despiertos, acompañaban a la noche con el retumbar de sus corazones que amenazaban con estallar o salirse del cuerpo; sus cuerpos sudaban y sudaban frío y el miedo no salía y aumentaba las ganas de orinar y orinar.
De pronto, cuando la construcción ya llegaba a la cúpula, cantó fuertemente un gallo en medio de la más cerrada oscuridad, y todo se suspendió de inmediato. Las sombras y el personaje que las movía desaparecieron. La construcción quedó incompleta.Por la mañana los frailes vieron que un templo se había levantado por la noche, pero éste estaba inconcluso. Corrieron desaforados a ver al prior, pero éste no respondió a sus preguntas ni a sus temores.
Tiempo después el prior se enfermó gravemente y en trance de muerte, allá por el año de 1597, confesó: “El personaje misterioso que habló conmigo ¡era el Diablo! Ofreció construir el templo deseado en una noche, a cambio de las almas de la congregación. El trabajo se haría antes de que cantara el gallo. Rechacé la propuesta –dijo-. Pero, dudando de sus poderes -agregó-, pensé que podía vencerlo. Preparé a un gallo que a una señal cantara. La señal era ponerle una gallina culeca... Decidí correr la terrible aventura.
Llegado el momento, el Diablo actuó con tal rapidez que había que responder de la misma forma. Sí, como a eso de las cuatro de la mañana fui por la gallina culeca, pero no estaba en su lugar, el tiempo pasaba y yo en el gallinero, cuidando de hacer ruido, hasta que encontré a la gallina que estaba acurrucada cerca del fogón. La llevé corriendo, alzándome el hábito; el gallo al sentirla cerca, cantó alegre, y yo también me alegré.
La obra quedó inconclusa y el Diablo, al saberse engañado, todavía le alcanzó tiempo para perseguirme. Corrí, pero una de mis sandalias se me salió y mi cuerpo fue a dar al suelo con todo el peso de mis años. El Diablo estaba ahí y me miraba con sus ojos rojos y malditos. Quería enterrarme sus afiladas uñas, pero mi escapulario bendito frente a su feo rostro lo hizo retroceder. Al ponerme de pie, le azoté la espalda. Todavía a veces sueño sus ojos inyectados de sangre y su aliento con olor a azufre.”
Cuando fray Domingo de Aguiñaga murió, a los 86 años, dicen que un olor a santidad impregnó el ambiente mortuorio. Muchos hermanos de su orden religiosa le quitaron pedazos de su hábito como reliquias. Y mientras los rezos acompañaban el cuerpo del fraile, algunos novicios aseguraron que por la noche veían una extraña sombra merodear por los techos y los grandes muros del convento.
lunes, enero 09, 2006
WOFL MAN
Seres míticos, que en ocasiones cambian su forma humana por la de un lobo, intencionalmente o como resultado de una maldición1.- Hombres Lobo Involuntarios.- Resultado de una maldición2.- Hombres Lobo Natos.- Nacidos de Hombres Lobo, Descendientes de cada tercera generación, o el 7o. hijo del 7o. hijoA diferencia del vampiro, el Hombre Lobo se transforma únicamente durante la luna llena, ataca animales o seres humanos indistintamente y sus ataques son inconscientes y al azar.El Hombre Lobo generalmente amanece desnudo y sin recordar nada. Cuando toma conciencia de su metamorfosis, procura permanecer encerrado o encadenado, para evitar hacer daño. Como comparación, el vampiro es siempre vampiro...ataca solo humanos y sus ataques son conscientes, escogiendo a sus victimas.Al igual que el vampiro, el fenómeno de la Licantropía es hereditario y contagioso.Origen del MitoLa leyenda proviene de los gitanos... Se originó a partir de un personaje histórico llamado Gilles Garnier, exconvicto originario de Francia... Durante un juicio lleno de inconsistencias, se le acusó de la desaparición y asesinato de 13 niños de la localidad. Como la zona era montañosa, estaba infestada de lobos y bajo tortura confesó haberse convertido en Lobo y devorar a los niños. Se le acusó de Licantropía y Brujería, muriendo en la hoguera en 1573Mentiras y Verdades* Unicamente las balas de plata liquidan a los Hombres Lobo?...No, también el fuego y cualquier objeto punzante de plata* Los Hombres Lobo son solo hombres?... No, también hay mujeres y niños.Protecciones* Armas de plata (balas, espadas, cuchillos, puntas de lanza, flechas, etc.) como a un ser humano, si penetran en su cuerpo, los mata.* El pentagrama (estrella de 5 picos) pintado con sangre de animal, los aleja, pero no los destruye* El fuego, como todo animal salvaje, los ahuyenta. Si se queman, los mataRealidades (Transformaciones clínicas y/o patológicas)- Hiperticosis Languinosa... Crecimiento excesivo del vello corporal, creciendo incluso en la cara, dando la apariencia de Lobo- Licantropía... Alteración mental, donde el afectado sufre la ilusión de convertirse en Lobo. Sus síntomas son: aúllan, comen carne cruda y apetecen la carne humana. Tienen mucha similitud con la rabia: agresividad, espasmos musculares, además contraen involuntariamente los músculos faciales, mostrando los dientes y dándoles una expresión de ferocidad.CinematografíaEl Hombre Lobo, con Lon Chaney Jr. en los años 30´s (americana)...Un hombre lobo americano en Londres de John Landis...El Aullido con Andrew Stevens y mas recientemente "Wolf", protagonizada por Jack Nicholson, Michelle Pfeiffer y James SpaderAnecdotarioEn México, los Nahuales son considerados similares a los Hombres Lobo, por su poder de transformarse en animales a placer.Existe un caso documentado de Niños Lobos. Viven en Loreto Baja California y se trata de infantes con Hiperticosis Languinosa, enfermedad de la piel donde desarrollan pelo en todo el cuerpo y cara. Trabajan en un circo de USA para mantener a su familia de bajos recursos.
sábado, enero 07, 2006
EL MITO DE LA ATLANTIDA
La historia de la isla de la Atlántida llega primero con los dos diálogos de Platón El Timeo y Critias. La historia de Platón se centra en torno a Solón, un gran legislador griego y poeta que viajó a Egipto unos 150 años antes. En la ciudad egipta de Sais Solón recibió de los sacerdotes la historia de la Atlántida . Los sacerdotes recibieron bien a Solón porque respetaban su reputación. Ellos también respetaban a los Atenienses, a los cuales estimaban como parientes, porque ellos creían en su deidad Neith por ser la misma deidad de los griegos a la que llamaban Atenea. Por lo tanto se creía que ella era la madrina y la protectora de los griegos y los egipcios. La historia que contaron los sacerdotes a Solón era desconocida para él. De acuerdo con los registros del antiguo templo egipcio, los atenienses pelearon en una guerra agresiva contra las reglas de los atlántidas unos nueve mil años antes y ganaron. Aquellos reyes o gobernantes antiguos y poderosos de la Atlántita formaban una confederación con la cual controlaban la Atlántida y también otras islas. Ellos empezaron una guerra desde su tierra natal en el Océano Atlántico y enviaron tropas de ataque contra Europa y Asia. Contra este ataque los hombres de Atenas formaron una coalición venida de toda Grecia para hacerlo frente. Cuando esta coalición encontró dificultades, sus aliados desertaron y los atenienses pelearon solos por la derrota de los gobernantes atlánticos. Ellos pararon una invasión de su propio país así como también liberaron a los egipcios y pasado el tiempo a casi todos los países que estaban bajo el control de los gobernantes de la Atlántida. Poco después tras su victoria, incluso antes de que los atenienses volvieran a casa, la Atlántida sufrió un catastrófico terremoto y una inundación hasta que desaparecieron bajo el mar. Todos los hombres valientes fueron tragados del día a la noche de acuerdo con la leyenda. Este es el porqué de que los egipcios siempre estuvieran agradecidos a los atenienses. La historia de Platón también dice la historia de la Atlántida con la cual se muestra cómo los gobernantes destruían cualquier estado que quisieran conquistar. Esta historia ha sido registrada en las notas de Solón las cuales pasaron por su familia. De acuerdo a las notas de Solón, la historia de la Atlántida empieza en el principio del tiempo. Era cuando los dioses inmortales se dividían el mundo entre sí y cada uno gobernaba su parte. El dios Poseidón recibió a la Atlántida, una isla más grande que Libia y Asia juntas. Él eligió por mujer a la mujer mortal Clite con la cual comenzó la familia real de la Atlántida. Poseidón construyó la casa de Clite en una colina alta en el centro de la isla. Desde la casa se veían las fértiles llanuras que eran bordeadas por el mar. Para su amada esposa Poseidón dió protección alrededor de su casa con cinco anillos concéntricos de agua y tierra. Él talló los anillos con la facilidad y la habilidad de un dios. Hizo brotar fuentes de calor y frío desde la tierra. Con el desarrollo de la futura ciudad sus descendientes nunca carecerían de agua. Clite dió a luz a diez hijos de Poseidón, cinco pares de chicos.Atlas fue el primer hijo del primer par de gemelos, que fue rey del vasto territorio de su padre. Sus hermanos fueron nombrados príncipes y cada uno gobernaba una gran sección del reino permaneciendo la casa de su madre en lo alto de la colida y con las tierras rodeándola. Esto es lo que poseía Atlas. Atlas se dió a sí mismo muchos hijos con la sucesión del trono pasando siempre al hijo mayor. Durante generaciones los atlántidas estuvieron apacibles y tenían éxito. Casi toda la población necesitaban lasminas, campos y bosques de la isla. Cualquier cosa que el reino no producía era importada. Esto era posible gracias a un canal que se construyó con el cual se atravesaban todos los anillos desde el océano al centro del reino o la acrópolis. De esta forma el palacio real estaba cerca de la casa original de Poseidón y Clite. Cada éxito de los reyes hicieron que se construyera un gran reino. Finalmente la espléndida ciudad de Metrópolis y las ciudades exteriores de la Atlántida estaban detrás de un gran muro exterior. Poseidón asentó las leyes de la Atlántida según las cuales todos los gobernantes eran iguales. El cuerpo del gobierno se reunía regularmente. Consistía en diez gobernantes que estaban representados por los primeros gobernantes, Atlas y sus nueve hermanos, que reinaron con poder absoluto de la vida y la muerte sobre los demás asuntos. Ellos se reunían en el tempolo de Poseidón donde los primeros gobernantes inscribieron las leyes en un pilar del oráculo. Primero, tal y como era requerido por la antigua ceremonia, se intercambiaban compromisos. Luego un se capturaba y mataba un toro sagrado. El cuerpo se quemaba en un sacrificio al dios. La sangre se mezclaba con vino y se vertía sobre el fuego como un acto de purificación para cada hombre. A los gobernantes se les servía vino en copas doradas, cada uno vertía un poco sobre el fuego y hacía el juramento de juzgar según las leyes inscritas. Cuando terminaban su voto bebían de su vino y dedicaban su copa al templo. Esto continuaba con una cena, en la cual los gobernantes estaban vestidos con magníficas túnicas azules, en la que juzgaban asuntos concernientes al reino de acuerdo con las leyes de Poseidón. Mientras tanto ellos juzgaban y vivían según las leyes de Poseidón y el reino prosperaba. Los problemas empezaron cuando se empezaron a olvidar las leyes. Muchos de los gobernantes se casaban con mortales y hacían su vida como los estúpidos humanos. Pronto los gobernantes mostraron codicia por más poder. Luego Zeus vió lo que les estaba pasando a los gobernantes. Ellos habían abandonado las leyes de los dioses y actuaban como hombres en una malvada coalición. Él se reunió con todos los dioses del Olimpo y ellos pronunciaron el juicio sobre la Atlántida. Es justo aquí donde la historia de Platón se detiene. Si Platón tenía la intención de contar el final de la historia de la Atlántida eso no lo sabe nadie. Tampoco se sabe si Platón creía en la existencia real de la isla o si era un reino puramente mítico. Muchos han dicho que Platón creía en la existencia de la isla porque él dió muchos detalles en su descripción, mientras que otros dicen que la historia es pura ficción y que Platón así podía dar tantos detalles como quisiese. Pero esto no prueba nada. También surge la duda sobre el periodo de tiempo en el que se desarrolla la historia. Solón escribe que la isla existían 9.000 años antes. Este tiempo sería en la Edad de Piedra. En este periodo es difícil imaginarse el tipo de agricultura, arquitectura y sistemas de navegación por mar que se describen en la historia. Una aclaración sobre este periodo de tiempo es que Solón podría haber malinterpretado el símbolo egipcio para "100" y "1000". Si este fuera el caso entonces la Atlántida habría existido 900 años antes. Esto situaría a la Atlántida en la Edad de Bronce en la cual se poseían las herramientas necesarias para llegar al desarrollo que se describe en la historia. Para corroborar esta teoría de los 900 años, está la evidencia geológica de que alrededor del año 1500 antes de Cristo hubo una gigantesca erupción volcánica que causó que la mitad de las islas se hundieran en el mar. También se dice que se hundió una ciudad en la Bahía de Nápoles. Al mismo tiempo han sido localizados en la zona varios balnearios ricos y lujosos. Cuando se narra la historia de la Atlántida es fácil llegar a ver cómo una de esas ciudades podría ser asociada a ella. La historia aún cautiva a muchas personas, tanto que se han realizado muchas excavaciones arqueológicas para encontrar alguna evidencia de la existencia de la Atlántida, tal y como exponemos a continuación.
2. LA BÚSQUEDA DE LA ATLÁNTIDA.
(Esta información ha sido sacada de "De nuevo la Atlántida" en: Espacio y Tiempo, nº 2, abril 1991, pp. 40-50).
César Luis de Montalbán, explorador y viajero incansable, profundizó como pocos en la historia y leyendas de Asia y América, y en los conocimientos más secretos de sus sacerdotes y magos. Producto de todo ello fue su convencimiento absoluto acerca de la existencia del mítico continente. Durante uno de sus viajes a Egipto, Montalbán convivió con sacerdotes del alto Nilo, quienes le confesaron ser descendientes de los atlantes, ya que éstos llevaron a Egipto todos los conocimientos y logros de su civilización. Por cierto, que tal afirmación coincide con el texto de un rollo de papiro que se conserva en el Museo de San Petersburgo, escrito durante el reinado del faraón Sent, de la II dinastía, donde se explican las investigaciones ordenadas por el monarca y llevadas a cabo por una expedición en busca de La Atlántida, por considerarla la tierra de sus antepasados. En otra ocasión, encontrándose en los Andes Orientales, Montalbán entró en contacto con el más alto sacerdote, el "Pistaco" de aquellos territorios, perteneciente a una dinastía inmemorial que conservaba la historia de su estirpe y las más ocultas tradiciones de su pueblo. El enigmático personaje, al escuchar del viajero una alusión a Jesús, replicó: "Es mi dios; el dios de mis padres encamado en el culto atlante de lo, el habitante del templo transparente". Profundamente impresionado Montalbán por las palabras del "pistaco", insistió para que le contase cuanto supiera de La Atlántida; pero en aquel momento fue inútil. Hubo de transcurrir mucho tiempo hasta que, con ocasión de encontarse ambos a la vista de La Guardia (puerto de Venezuela), sin solicitarlo pregunta alguna, el "pistaco" dijo con tristeza mirando las olas espumosas del Atlántico: "Estas aguas cubren la sepultura de mis mayores, que vivieron en la hundida tierra, la que está en el fondo del mar. Sus habitantes fueron muy felices al principio; eran justos y sus ciencias alcanzaron un progreso grande, pero luego llegaron al vicio y a la maldad. Entonces, un día, la tierra oscilé, los picos fueron cubiertos por penachos de fuego, y el mar furioso dejó sepultada para siempre La Atlántida, la tierra de las artes y las ciencias, de las grandes ciudades con pirámides y obeliscos, de los bellos templos transparentes de lo, la tierra de los sabios que conocieron la verdad única". No fue César Luis de Montalbán el primero en obtener en América testimonios del continente sumergido: ya Orellana, en el curso de sus conquistas y descubrimientos en tierras de Venezuela, contemplé en manos de los aborígenes unos mapas donde aparecía, perfectamente situado, el continente de La Atlántida, de donde aseguraron provenir. Por otra parte, en la "Historia Universal" de Dextro, libro famoso entre todos los libros perdidos, prohibidos y condenados, que pocos tuvieron el privilegio de leer, se encontraba - al parecer - la relación completa de todos los monarcas atlantes que hubo en España, quienes dieron pobladores a Irlanda, Escocia, Inglaterra y América, los mismos que enviaron colonias a Asia y poseyeron parte de Africa, proporcionando también reyes a los celtas y troyanos. España, en definitiva, aparecía en aquellos tiempos como la cabeza de todo Occidente. Desgraciadamente, esta joya bibliográfica desapareció misteriosamente, siendo sustituída por la más conveniente "Historia" de Flavio Lucio, la cual, desde entonces, se tuvo por la auténtica historia de Dextro. Don Benito Arias Montano (1527-1598), políglota y heterodoxo extremeño, maestro y sabio, fue uno de los pocos privilegiados que tuvo en sus manos la obra; y no sólo éste, sino también otro libro de similar contenido e igualmente prohibido y condenado: "El Cronicón" de Pedro Orador, de Zaragoza. Arias Montano hizo partícipe de su sorpresa y emoción a Felipe II, y éste le encargó escribir para la naciente biblioteca de El Escorial unos pliegos sobre ambas obras, así como un epítome de los reyes hispano-atlantes, lo cual resulta tan significativo como revelador. Una copia de estos escritos fue llevada por Montano a su "Peña", sumándose así a los muchos secretos que el gran maestro dejó sepultados para siempre en su querida y enigmática Peña de Alájar. Mario Roso de Luna, un ilustre extremeño astrónomo y escritor, publicó en 1904 un primer estudio sobre la escritura ógnica en Extremadura, defendiendo la hipótesis de la existencia de atlantes en esta tierra. En sus páginas aparecieron también algunas fotografías de extraños caracteres, un buen número de los cuales con forma de cazuelas, lo que indujo a Roso a referirse a "una escritura de cazoletas", asegurando que la misma correspondía a un enigmático pueblo de astrónomos muy anterior a iberos y celtas, un pueblo misterioso que, según deducciones de Roso, sólo podía provenir de la legendaria Atlántida. Uno de los testimonios más importantes acerca de la existencia de La Atlántida se debe a Heinrich Schliemann (1822-1890), el célebre arqueólogo descubridor de Troya. Un nieto de Heinrich, Paul Schliemann, publicó un artículo que causó cierto escándalo en los medios científicos e intelectuales de la época; y no era para menos. Su mismo título, "Cómo encontré la perdida Atlántida, fuente de toda civilización", era ya suficiente para alborotar a los arqueólogos. Contaba el autor del mismo que, días antes de morir su abuelo en Nápoles, en 1890, dejó un sobre lacrado con la siguiente inscripción: "Este sobre sólo podrá ser abierto por un miembro de mi familia que jure dedicar su vida a las investigaciones que están bosquejadas y contenidas en él." Y en una nota confidencial añadida al sobre lacrado añadía: "Rómpase el recipiente con cabeza de lechuza. Exáminese el contenido. Concierne a La Atlántida. Háganse investigaciones en el este de las ruinas del templo de Sais y el cementerio del valle Chacuna." El doctor Paul Schliemann efectuó en 1906 el juramento requerido y rompió los sellos, encontrando en el interior del sobre varias fotografías y documentos. En uno de ellos leyó: "He llegado a la conclusión de que La Atlántida no era meramente un gran territorio entre América y las costas occidentales de Africa y Europa, sino también la cuna de nuestra civilización. En las adjuntas compilaciones se encontrarán las notas y explicaciones, las pruebas que de este asunto existen en mi mente." "Cuando en 1873 hice las excavaciones en Troya -relató Heinrich Schliemann en uno de sus escritos- y descubrí en la segunda ciudad el famoso "Tesoro de Príamo", encontré en él un hermoso jarrón con cabeza de lechuza y de gran tamaño. Dentro se hallaban algunas piezas de alfarería, imágenes pequeñas de metal y objetos de hueso fosilizado. Algunos de estos objetos y el jarrón de bronce tenían grabada una frase en caracteres geroglíficos fenicios, que decía: "Del rey Cronos de La Atlántida". El que esto lea podrá imaginar mi emoción. Era la primera evidencia material de que existía el gran continente cuyas leyendas han perdurado por todo el mundo. Guardé en secreto este objeto, ansioso de hacerlo la base de investigaciones que creía serían de importancia mayor que el descubrimiento de cien Troyas. Pero debía terminar primero el trabajo que había emprendido, pues tenía la confianza de hallar otros objetos que procedieran directamente del perdido continente. En 1883, encontré en el Louvre una colección de objetos desenterrados en Tiahuanaco; y entre ellos descubrí piezas de alfarería exactamente de la misma forma y material, y objetos de hueso fosilizado idénticos a los que yo había encontrado en el jarrón de bronce del Tesoro de Príamo." "Está fuera de rango de las coincidencias que dos artistas hicieran dos jarrones, y sólo menciono uno de los objetos exactamente iguales, del mismo tamaño y con las curiosas cabezas de lechuza, colocadas en idéntica forma. Conseguí algunos de estos objetos de Tiahuanaco y los sometí a análisis químicos microscópicos. Estos demostraron, concluyentemente, que los jarrones americanos, al igual que los troyanos, habían sido hechos con la misma arcilla peculiar; y supe más tarde que esta arcilla no existe ni en la antigua Fenicia ni en América. Analicé los objetos de metal, y éste no se parecía a ninguno de los que había visto. El análisis químico demostró que estaba hecho de platino, aluminio y cobre: una combinación que nunca se había encontrado en los restos de las antiguas ciudades. Los objetos no son fenicios, micénicos ni americanos. La conclusión es que llegaron a ambos lugares desde un centro común. La inscripción grabada en mis diálogos indicaba ese centro: ¡La Atlántida!" "Una inscripción que desenterré cerca de la puerta de Los Leones, en Micenas, dice que Misor, de quien descendían los egipcios, era el hijo de Thot, y que Taavi era el hijo emigrado de un sacerdote de La Atlántida, quien, habiéndose enamorado de una hija del rey Cronos, escapó y desembarcó en Egipto tras muchas aventuras, construyó el primer templo de Sais y enseñó la sabiduría de su tierra. Toda esta inscripción es muy importante, y la he mantenido en secreto". Al romper el doctor Paul Schliemann uno de los enigmátcos jarrones, encontró en su interior otra de las monedas de esa extraña aleación, en la cual estaban grabadas, en fenicio antiguo, las siguientes palabras: "Emitido en el Templo de las Paredes Transparentes". "Siguiendo las indicaciones de mi abuelo - resumió Paul Schliemann sus investigaciones- he trabajado durante seis años en Egipto, Africa y América, donde he comprobado la existencia de La Atlántida. He descubierto este gran continente y el hecho de que de él surgieron, sin duda alguna, todas las civilizaciones de los tiempos prehistóricos..." En este punto del relato las noticias sobre sus descubrimientos se pierden. Existe un libro titulado "Acción de España en África" avalado por el prestigio y seriedad del Estado Mayor, que recoge extensas aportaciones geológicas acerca del continente perdido. Perteneció al Teniente General y Jefe del Estado Mayor, Sánchez de Ocaña. Se trata de uno de los cuatro únicos ejemplares de que constó la edición, lo cual hace suponer que su contenido fue considerado prácticamente secreto, todos destinados exclusivamente a altos mandos del Ejército español. En sus páginas, basándose en concomitancias de la fauna, la flora y la geología ente España y Marruecos, se admite la existencia de La Atlántida. El volumen, encuadernado con primor en piel de Rusia, fue impreso en 1935, en los talleres del Ministerio de la Guerra, y su realización corrió a cargo de la Comisión Histórica de las Campañas de Marruecos. Especialmente interesante es el capítulo primero, que trata de la Península y el Norte de Africa en la Era Terciaria y de las comunicaciones entre el Mediterráneo y el Atlántico. La deducción de los autores es que España formaba parte de un continente terciario unido a África por el istmo que hoy ocupa el estrecho de Gibraltar, encerrando una vasta cuenca, la del actual Mediterráneo, que, prolongándose hacia el Noroeste, según muchos geólogos por territorios ahora sumergidos, llegaba a unirse con América del Norte. Avalan esta sorprendente conclusión las huellas que sobre la superficie de España y Marruecos dejaron dos importantes estrechos: el Norbético, abierto en los tiempos eocenos por el actual valle del Guadalquivir, que establecía una comunicación entre ambos mares más amplia que la posterior de Gibraltar, y el Sur Rifeño, por las cuencas del Sebú y sus afluentes el Varga, el lnaven y el Muluya inferior. En el capítulo titulado "Hundimiento del istmo entre Europa y África: la cuestión de La Atlántida", se informa más ampliamente sobre el continente perdido, explicando que, unidas todavía las cadenas montañosas Bética y Rifeña, al fin del Plioceno de la Era Terciaria - según los geólogos- violentas conmociones sísmicas provocaron el hundimiento del istmo montañoso que las unía, separando los continentes y dejando abierta una nueva comunicación entre los dos mares. "Supónese -se lee en el libro- por muchos geólogos que a consecuencia del mismo cataclismo desapareció también una gran isla o continente conocido con el nombre de Atlántida." Centrando la atención en el Nuevo mundo se recoge el hecho de que doce caribes refirieron a los españoles, en los tiempos de la Ocupación, que todas las Antillas habían formado en épocas remotas otro continente, pero que fueron súbitamente separadas por la acción de las aguas. El recuerdo de este cataclismo perduró entre los aborígenes de América Central y del Norte hasta Canadá. Siguiendo con las relaciones establecidas entre las tierras a ambos lados del Atlántico, el informe relata cómo, en 1898, durante la exploración de la meseta de las Azores, intentando recoger un cable roto con unas grapas, éstas se enganchaban en rocas de puntas muy duras y se rompía o torcía. Entre las grapas se hallaban pequeñas esquirlas minerales que presentaban el aspecto de haberse roto recientemente. Todas pertenecían al mismo tipo de roca, una lava vidriosa llamada "traquitas", de similar composición a los basaltos, pero cuyo estado vidrioso sólo puede producirse al aire libre. El mismo Termier deduce que, a unos 900 kilómetros de las Azores, la tierra que constituye el fondo del Atlántico fue convertida en lava cuando se encontraba todavía emergida, derrumbándose después y descendiendo hasta los 3.000 metros, donde hoy se encuentra. Las rudas asperezas y aristas vivas de las rocas demuestran que el hundimiento fue muy rápido, pues, en caso contrario, la erosión atmosférica y la abrasión marina habría nivelado las desigualdades de la superficie. El profesor Hernández Pacheco opinó: "La presencia de conglomerados y depósitos cuaternarios que en las costas de Cádiz estudió Macpherson, y otros descubrimientos posteriores, hacen pensar en la posibilidad de que en épocas recientes, ya humanas, pueden haberse realizado intensos fenómenos tectónicos en el litoral, con sumersión de antiguas tierras emergidas. La vieja leyenda de La Atlántida se vuelve a presentar ante el espíritu con todo el obsesionante y misterioso enigma que la rodea."
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